la tierra fructífera en salinas, por causa de la malicia de sus habitantes.
Jeremías 12:4 - Biblia Torres Amat 1825 ¿Hasta cuándo ha de llorar la tierra y secarse la hierba en toda la región por la malicia de sus habitantes? Han perecido para ellos las bestias y las aves, porque dijeron: No verá el Señor nuestro fin. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Hasta cuándo estará desierta la tierra, y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los que en ella moran, faltaron los ganados y las aves; porque dijeron: No verá Dios nuestro fin. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Hasta cuándo tendrá que llorar esta tierra? Incluso la hierba de los campos se ha marchitado. Los animales salvajes y las aves han desaparecido debido a la maldad que hay en la tierra. Pues la gente ha dicho: «¡El Señor no ve nuestro futuro!». Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Hasta cuándo estará de luto el país? ¿Permanecerá seco el pasto de los campos? Aves y bestias ya han perecido por causa de la maldad de los hombres, pues ellos dicen: 'Dios no ve nuestra conducta. La Biblia Textual 3a Edicion ¿Hasta cuándo estará de luto la tierra, Y se marchitará la hierba del campo? Por la maldad de los que la habitan escasean el ganado y las aves, Y dicen: Él no ve nuestras andanzas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Hasta cuándo hará duelo el país y estará la hierba de todo el campo reseca? Por la maldad de sus habitantes, bestias y aves desaparecieron. Pero dicen ellos: 'No ve nuestros caminos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Hasta cuándo estará de luto la tierra, y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los que en ella moran, faltaron los ganados y las aves; porque dijeron: Él no verá nuestro fin. |
la tierra fructífera en salinas, por causa de la malicia de sus habitantes.
Estas cosas has hecho, y yo he callado. Pensaste injustamente que yo había de ser en un todo como tú; mas yo te pediré cuenta de ellas, y te las echaré en cara.
Profanada está la tierra por sus habitadores, pues han quebrantado las leyes, han alterado el derecho, rompieron la alianza sempiterna.
La vendimia está llorando, la vid perdió su vigor; llorando están a lágrima viva los que se alegraban de corazón.
La asolaron, y ella vuelve hacia mí sus llorosos ojos; está horrorosamente desolada toda la tierra de Judá; porque no hay nadie que reflexione en su corazón.
La Judea está cubierta de luto, y sus puertas destruidas y derribadas por el suelo, y Jerusalén alza el grito hasta el cielo.
Porque la tierra está llena de adúlteros, y llorando a causa de las blasfemias; se secaron las campiñas del desierto; la carrera de ellos se dirige siempre al mal, y su valentía es para cometer injusticias.
Estuve observando la Judea, y no se veía un hombre siquiera; y se habían retirado del país todas las aves del cielo.
Llorará la tierra, y se enlutarán arriba los cielos, por razón de lo que decreté; lo resolví y no me arrepentí, ni ahora cambio de parecer.
Sus profetas hablaban al aire; y no tuvieron jamás respuesta de Dios. Tales cosas, pues, a ellos les sobrevendrán, no a nosotros.
Los profetas profetizaban mentiras, y los sacerdotes los aplaudían con palmoteos; y mi pueblo gustó de tales cosas: ¿Qué será, pues, de él al llegar su fin?
Por tanto esto dice el Señor Dios: Ya mi furor y mi indignación está para descargar contra ese lugar que han profanado, contra los hombres y las bestias, contra los árboles de la campiña, y contra los frutos de la tierra, y todo arderá y no se apagará.
La tomará el Señor; y yo me pondré a llorar y a lamentar al ver los montes y gemiré al ver hechas un páramo las amenas campiñas; porque todo ha sido abrasado; de manera que no transita por allí nadie, ni se oye ya la voz de sus dueños; desde las aves del cielo hasta las bestias todo se ha ido de allí, y se ha retirado.
Pues qué, ¿no he de tomarles yo cuentas sobre estas cosas?, dice el Señor. ¿O dejaré de tomar venganza de un pueblo como ése?
por cuya causa se cubrirá de luto o desolación la tierra, y desfallecerán todos sus moradores; y aun las bestias del campo, y las aves del cielo, y hasta los peces del mar perecerán.
¿Cómo es que gimen las bestias, y mugen las vacas del hato? Porque no tienen pasto, y hasta los rebaños de las ovejas están pereciendo.
Dijo, pues: El Señor rugirá desde Sión, y hará oír su voz desde Jerusalén , y se marchitarán los más hermosos pastos, o praderas, y se agostarán las cimas del Carmelo.
Porque la higuera no florecerá, ni las viñas brotarán; faltará el fruto de la oliva; los campos no darán alimento. Arrebatadas serán del aprisco las ovejas, y quedarán sin ganados los pesebres.
A lo que replicó el ángel del Señor, y dijo: ¡Oh Señor de los ejércitos!, ¿hasta cuándo no te apiadarás de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales estás enojado? Este es ya el año septuagésimo.
Porque sabemos que hasta ahora todas las criaturas están suspirando por dicho día, y como en dolores de parto.