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Jeremías 12:1 - Biblia Torres Amat 1825

Verdaderamente, Señor, conozco que tú eres justo, aunque yo ose pedirte la razón de algunas cosas. A pesar de eso yo te diré una queja mía al parecer justa: ¿por qué motivo a los impíos todo les sale prósperamente, y lo pasan bien todos los que prevarican y obran mal?

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Señor, tú siempre me haces justicia cuando llevo un caso ante ti. Así que déjame presentarte esta queja: ¿Por qué los malvados son tan prósperos? ¿Por qué son tan felices los malignos?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Yavé, tú tienes siempre la razón cuando yo hablo contigo, y, sin embargo, hay un punto que quiero discutir: ¿Por qué tienen suerte los malos y son felices los traidores?

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La Biblia Textual 3a Edicion

Muy justo eres, oh YHVH, Para que yo dispute contigo; Pero alegaré una causa ante ti: ¿Por qué prosperan los malvados, Y los traidores viven en paz?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yahveh, tú eres justo, aunque yo discuta contigo; quiero, pues, formularte una cuestión: ¿por qué el camino de los impíos es feliz, les va bien a todos los que actúan de mala fe?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Justo eres tú, oh Jehová, cuando yo contigo disputo; sin embargo, hablaré contigo de tus juicios. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente?

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Lòt tradiksyon



Jeremías 12:1
44 Referans Kwoze  

Lejos de ti tal cosa, que tú mates al justo con el impío, y sea aquél tratado como éste, no es eso propio de ti: tú que eres el que juzgas toda la tierra, de ningún modo harás tal juicio.


Justo eres tú, oh Señor Dios de Israel; nosotros hemos quedado para que seamos salvados por ti, como se ve este día. Aquí estamos delante de ti con nuestro delito, para que lo perdones; porque no se puede sostener o excusar en tu presencia tal atentado.


Justo eres tú en todos estos males que han llovido sobre nosotros; porque tú has cumplido fielmente las promesas; mas nosotros hemos procedido inicuamente.


Las casas de los ladrones abundan de bienes, y ellos osadamente provocan a Dios, siendo así que él es quien les ha puesto en las manos todo lo que tienen.


Con todo eso hablaré al Todopoderoso, y deseo razonar con Dios;


En las ciudades hicieron gemir a los vecinos, y la sangre de los inocentes que han sido muertos está clamando; y Dios no deja tales cosas sin castigo.


Dale Dios lugar de penitencia, y él abusa de esto para ser más soberbio; pero el Señor tiene fijos los ojos en sus descarriados pasos.


Sus raíces se multiplican, y se abren camino aun por entre los pedregales, y ella vive en medio de peñascos.


Misericordioso es el Señor y justo; compasivo es nuestro Señor.


Justo eres, oh Señor, y rectos son tus juicios.


He conocido, Señor, que tus juicios son justísimos; y conforme a tu verdad me has humillado.


Justo es el Señor en todas sus disposiciones, y santo en todas sus obras.


No envidies la prosperidad de los malignos, ni tengas celos de los que obran la iniquidad;


Vi yo al impío sumamente ensalzado, y empinado como los cedros del Líbano.


contra ti solo he pecado; y he cometido la maldad delante de tus ojos) a fin de que perdonándome, aparezca justo cuando hables, y quedes victorioso en los juicios que de ti se formen.


Y mira que tú amas la verdad; tú me revelaste los secretos y recónditos misterios de tu sabiduría.


Apenas los pecadores brotarán como el heno, y brillarán todos los malvados, cuando perecerán para siempre.


La indocilidad causará a los ignorantes su perdición; y aquella que neciamente creen ser su felicidad, será su ruina.


Se halla todavía otra miseria sobre la tierra: hay justos que padecen males, como si hubieran hecho acciones de impíos; e impíos hay que viven tan sosegados, como si tuvieran méritos de justos. Cosa es ésta que también me parece muy vana.


Vengan vuestros dioses y anúnciennos cuantas cosas están por suceder; declaren las antiguas que ya fueron, y estaremos atentos, y sepamos los sucesos que vendrán después; anúnciennos lo que ha de suceder.


Ni las habías oído ni las sabías; ni entonces tenías abiertas tus orejas; que bien sé que tú has de proseguir siempre prevaricando; y prevaricador te llamé desde el seno de tu madre.


Pero tú, ¡oh Señor de los ejércitos!, que juzgas con justicia, y escudriñas los corazones y los afectos, tú harás que yo te vea tomar venganza de ellos; puesto que en tus manos puse mi causa.


Y pues tus mismos hermanos y la casa de tu padre te han hecho guerra, y gritado altamente contra ti, no te fíes de ellos, aun cuando te hablen con amor.


Pero como una mujer que desprecia al que la ama, así me ha desdeñado a mí la familia de Israel, dice el Señor.


Y después que hizo ella todas estas cosas, le dije yo: Vuélvete a mí, y no quiso volverse. Y tu hermana Judá, la prevaricadora, vio


Así que hube entregado a Baruc, hijo de Neri, la escritura de venta, me puse luego en oración, y dije:


puesto que la casa de Israel y la casa de Judá han pecado enormemente contra mí, dice el Señor;


¿Quién me dará en la soledad una triste choza de caminantes, para abandonar a los de mi pueblo y apartarme de ellos? Pues todos son adúlteros o apóstatas de Dios, una gavilla de prevaricadores.


Justo es el Señor; pues que yo, rebelde contra sus órdenes, lo irrité. Pueblos todos, oíd os ruego, y considerad mi dolor, mis doncellas y mis jóvenes han sido llevados al cautiverio.


Y vosotros habéis dicho: La conducta que observa el Señor no es justa. Escuchad, pues, oh hijos de Israel: ¿Acaso es el proceder mío el que no es justo, y no son más bien perversos vuestros procederes?


Y no se descuidó el Señor de enviar el castigo, y le descargó sobre nosotros, justo es el Señor Dios nuestro en todas las obras que él hace; pues nosotros no quisimos escuchar su voz.


Tuya es, ¡oh Señor!, de tu parte está la justicia; para nosotros la confusión de nuestro rostro; como está hoy sucediendo a todo hombre de Judá, y a todo habitante de Jerusalén , a todo Israel, así a aquellos que están cerca como a los que están lejos, en todos los países a donde los arrojaste por causa de las maldades con que te ofendieron.


Mas ellos han violado mi alianza, a imitación de Adán, allí prevaricaron contra mí.


Por eso la ley se ve burlada, y no se hace justicia, por cuanto el impío puede más que el justo, por eso salen corrompidos los juicios.


El Señor, que es justo, y que está en medio de ella, no hará injusticia; sino que luego ejecutará su juicio, y no quedará éste escondido; pero el malvado no sabe lo que es vergüenza.


Enfadosos habéis sido vosotros al Señor con vuestros discursos y con todo decís: ¿En qué le hemos causado enfado? En eso que andáis diciendo: Cualquiera que obra mal, ése es bueno a los ojos del Señor, y ése le es grato: y si no es así, ¿en dónde se halla el Dios que ejerce la justicia?


Por eso ahora llamamos bienaventurados a los soberbios, pues viviendo impíamente hacen fortuna y provocan a Dios, y con todo quedan salvos.


Perfectas son todas las obras de Dios y rectos todos sus caminos. Dios es fiel y sin sombra de iniquidad, íntegro y justo.