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Jeremías 11:4 - Biblia Torres Amat 1825

pacto que yo establecí con vuestros padres, cuando los saqué de la tierra de Egipto, de aquel horno de hierro encendido, y les dije: Escuchad mi voz y haced todo lo que os mando, y así vosotros seréis el pueblo mío, y yo seré vuestro Dios;

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

el cual mandé a vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: Oíd mi voz, y cumplid mis palabras, conforme a todo lo que os mando; y me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues cuando los saqué de ese horno de fundir hierro que es Egipto, les dije a sus antepasados: “Si me obedecen y hacen todo lo que les mando, serán mi pueblo y yo seré su Dios”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

que yo impuse a los padres de ustedes el día en que los saqué de ese horno purificador que es Egipto. Les dije entonces: Oigan mi voz y actúen conforme a todo lo que les mando; y así serán mi pueblo y yo seré su Dios'

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La Biblia Textual 3a Edicion

el cual mandé a vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciendo: Oíd mi voz y poned por obra° todo lo que os mande, y seréis mi pueblo, y Yo seré vuestro Dios,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

que impuse a vuestros padres el día en que los saqué del país de Egipto, el horno de hierro, cuando les dije: 'Escuchad mi palabra y cumplid estas cosas de acuerdo con todo lo que os ordeno, y así vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

el cual mandé a vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: Obedeced mi voz, y haced conforme a todo lo que os mando, y vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios;

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Lòt tradiksyon



Jeremías 11:4
39 Referans Kwoze  

A este fin te daré a ti y a tus descendientes la tierra en que estás ahora como peregrino, toda la tierra de Canaán en posesión perpetua y seré el Dios de ellos.


Porque ellos son el pueblo tuyo y la heredad tuya, y los sacaste de la tierra de Egipto de en medio del horno o crisol del hierro.


Se mantuvo unido al Señor, y no se apartó de sus sendas; sino que observó los mandamientos que el Señor dio a Moisés.


y que uso de misericordia hasta millares de generaciones con los que me aman y guardan mis mandamientos.


Porque inútil y en vano será el auxilio que les preste Egipto; por lo mismo clamé yo sobre eso, diciendo: No es más que soberbia, no te muevas.


Mira, yo te he acrisolado con el fuego de las tribulaciones; mas no como la plata, sino que he hecho prueba de ti en la fragua de la pobreza.


porque yo he estado conjurando fuertemente a vuestros padres desde el día en que los saqué de Egipto hasta el presente, amonestándoles y diciéndoles continuamente: Escuchad mi voz.


Y les daré un corazón dócil, para que reconozcan que soy el Señor su Dios, y ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios; pues se convertirán a mí de todo corazón.


Ahora, pues, enmendad vuestra vida, y purificad vuestras inclinaciones, y escuchad la voz del Señor Dios vuestro, y no dudéis que el Señor se arrepentirá o desistirá del castigo con que os ha amenazado.


Vosotros seréis entonces mi pueblo fiel, y yo seré vuestro Dios siempre benigno.


Por tanto, esto dice el Señor: Sábete que yo voy a entregar esta ciudad en manos de los caldeos y en poder del rey de Babilonia, y la rendirán.


Pero Jeremías le respondió: No te abandonarán en sus manos. Te ruego que escuches las palabras del Señor, que yo te hablo, y te irá bien, y salvarás tu vida.


para que sigan mis mandamientos, y observen mis leyes, y las practiquen, con lo cual sean ellos el pueblo mío, y yo sea su Dios.


a fin de que en adelante no se desvíe de mí la familia de Israel, ni se contamine con todas sus prevaricaciones; sino que sean ellos el pueblo mío, y yo sea su Dios, dice el Señor de los ejércitos.


Y habitaréis en la tierra que yo di a vuestros padres, y vosotros seréis el pueblo mío, y yo seré vuestro Dios.


No se contaminarán más con sus ídolos, ni con sus abominaciones, ni con todas sus maldades; y yo los sacaré salvos de todos los lugares donde ellos pecaron, y los purificaré, y serán ellos el pueblo mío, y yo seré su Dios.


Y tendré junto a ellos mi tabernáculo, y yo seré su Dios, y ellos serán el pueblo mío.


Se acercó entonces Nabucodonosor a la boca del horno de fuego ardiente, y dijo: Sidrac, Misac y Abdénago, siervos del Dios Altísimo, salid fuera, y venid. Y luego salieron de en medio del fuego Sidrac, Misac y Abdénago.


Andaré entre vosotros y seré vuestro Dios, y vosotros seréis el pueblo mío.


Si seguís mis preceptos, y observáis mis mandatos y los cumplís, os enviaré lluvias a sus tiempos,


Y a esta tercera parte la haré pasar por el fuego, y la purificaré como se purifica la plata, y la acrisolaré como es acrisolado el oro. Ellos invocarán mi Nombre, y yo los escucharé propicio. Yo diré: Pueblo mío eres tú; y él dirá: Tú eres mi Dios y Señor.


Y los que están en lugares remotos vendrán y trabajarán en la construcción del templo del Señor, y conoceréis que el Señor de los ejércitos me envió a vosotros. Mas esto será si vosotros escuchareis con docilidad la voz del Señor Dios vuestro.


Y lo volveré a traer para que habite en medio de Jerusalén ; y ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios en la verdad y en la justicia.


enseñándolas a observar todas las cosas que yo os he mandado. Y estad ciertos que yo mismo estaré siempre con vosotros, hasta la consumación de los siglos.


¿O qué consonancia entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo de Dios vivo, según aquello que dice Dios: Habitaré dentro de ellos, y en medio de ellos andaré, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.


la bendición si obedeciereis a los mandamientos de Dios vuestro Señor que os prescribo hoy;


Pues a vosotros el Señor os escogió, y os sacó de Egipto, como de una fragua en que se derrite el hierro, para tener un pueblo que sea su posesión hereditaria, conforme lo sois vosotros al presente.


Yo soy el Señor Dios tuyo que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud.


siendo nombrado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.


Dijo entonces Samuel: ¿Por ventura el Señor no estima más que los holocaustos y las víctimas, el que se le obedezca a su voz? La obediencia vale más que los sacrificios, y el ser dócil importa más que el ofrecer la grasa de los carneros.