Mas Elías de Tesbe, habitante de Galaad, dijo a Acab: Vive el Señor Dios de Israel, de quien yo soy siervo, que no ha de caer rocío ni lluvia en estos años, sino hasta que yo lo dijere.
Jeremías 1:10 - Biblia Torres Amat 1825 he aquí que hoy te doy autoridad sobre las naciones y sobre los reinos para comunicarles que les voy a desarraigar, y destruir, y arrasar, y disipar; y a edificar y plantar otros. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar. Biblia Nueva Traducción Viviente Hoy te doy autoridad para que hagas frente a naciones y reinos. A algunos deberás desarraigar, derribar, destruir y derrocar; a otros deberás edificar y plantar». Biblia Católica (Latinoamericana) En este día te encargo los pueblos y las naciones:
Arrancarás y derribarás,
perderás y destruirás,
edificarás y plantarás. La Biblia Textual 3a Edicion Mira, en este día te pongo sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para desolar y para derribar, para edificar y para plantar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hoy te confío las naciones y los reinos para arrancar y arrasar, para destruir y derruir, para edificar y plantar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar. |
Mas Elías de Tesbe, habitante de Galaad, dijo a Acab: Vive el Señor Dios de Israel, de quien yo soy siervo, que no ha de caer rocío ni lluvia en estos años, sino hasta que yo lo dijere.
Y sucederá que el que escapare de la espada de Hazael, será muerto por Jehú; y el que se librare de la espada de Jehú, lo hará morir Eliseo.
Tiempo de dar muerte y tiempo de dar vida; tiempo de derribar y tiempo de edificar.
Antes que yo te formara en el seno materno te conocí; y antes que tú nacieras te santifiqué o segregué y te destiné para profeta entre las naciones.
y yo volveré hacia ellos mis ojos propicios, y los restituiré a esta tierra, y lejos de exterminarlos, los estableceré sólidamente, y los plantaré, y no los extirparé.
Yo verificaré sobre aquella tierra todas las palabras que he pronunciado contra ella; todo lo que está escrito en este libro, todas cuantas cosas ha profetizado Jeremías contra todas las naciones,
Y al modo que puse mi atención en extirparlos, y abatirlos, y disiparlos, y desparramarlos, y afligirlos de mil maneras, así no perderé tiempo ahora para restaurarlos y plantarlos, dice el Señor.
y por todo el Valle de los cadáveres y de la ceniza, y por todo el sitio de los ajusticiados, hasta el torrente de Cedrón y hasta la esquina de la puerta de los Caballos que está al oriente. El santuario del Señor nunca jamás será arrancado ni destruido.
Toma un cuaderno, y escribirás en él todas las palabras que yo he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todos los pueblos, desde el tiempo del reinado de Josías, en que yo te hablé, hasta el día de hoy;
Mirad, yo estaré velando sobre ellos para su daño, y no para su bien; y todos cuantos hombres de Judá se hallan en Egipto, perecerán al filo de la espada y de hambre, hasta que del todo sean exterminados.
Esto dice el Señor: Tú le dirás: He aquí que yo destruyo a aquellos que había ensalzado, y arranco a los que había plantado, y a toda esta tierra o nación entera.
Y tú, hijo de hombre, diséñate dos caminos, por los cuales pueda venir la espada del rey de Babilonia; ambos saldrán de un mismo punto; y al principio del doble camino el rey con su misma mano sacará por suerte una ciudad.
Y me habló el Señor, diciendo: Hijo de hombre, ¿qué, no juzgas tú a Oolla y a Ooliba, ni les echas en cara sus delitos?
Hijo de hombre, canta una lamentación sobre el pueblo de Egipto; y, vaticinando, arrójale a él y a las hijas de las naciones poderosas al hondo de la tierra, donde están los que descienden al sepulcro.
Y todas aquellas naciones, que quedarán alrededor vuestro, conocerán que yo el Señor reedifiqué lo arruinado, y reduje a cultivo lo que estaba inculto; que yo el Señor lo dije, y lo puse por obra.
Y tuve una visión semejante a aquella que yo había tenido cuando el Señor vino para destruir la ciudad, y su semblante era conforme a la imagen que yo había visto cerca del río Cobar, y me postré sobre mi rostro.
Por esto por medio de mis profetas os acepillé, o castigué, con las palabras amenazadoras salidas de mi boca, con las cuales les he acarreado la muerte. Así tu condenación aparecerá clara como la luz.
Mas el Señor Dios no hace estas cosas sin revelar sus secretos a los profetas siervos suyos.
En aquel tiempo restauraré el Tabernáculo o reino de David, que está por tierra, y repararé los portillos de sus muros, y reedificaré lo destruido, y lo volveré a poner en el pie en que estaba en los tiempos antiguos.
Pues las palabras mías y los decretos míos, comunicados a mis siervos los profetas, ¿por ventura no alcanzaron a vuestros padres? Ellos se convirtieron y dijeron: El Señor de los ejércitos ha hecho con nosotros aquello mismo que pensó hacer en vista de nuestras obras y de nuestros procederes.