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Hageo 1:6 - Biblia Torres Amat 1825

Habéis sembrado mucho, y recogido poco; habéis comido y no os habéis saciado, habéis bebido, y no os habéis animado; os habéis cargado de ropa y no os habéis calentado; y aquel que ganaba salarios, los ha ido poniendo en saco roto.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Han sembrado mucho pero cosechado poco; comen pero no quedan satisfechos; beben pero aún tienen sed; se abrigan pero todavía tienen frío. Sus salarios desaparecen, ¡como si los echaran en bolsillos llenos de agujeros!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

ustedes han sembrado mucho, pero han cosechado poco; han comido, pero se han quedado con hambre; han bebido, pero han seguido con sed; se han vestido, pero no estaban bien abrigados. Y el obrero pone el dinero que ha ganado en un bolsillo roto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Sembráis mucho y recogéis poco; coméis y no os saciáis; bebéis, pero no a plenitud; os arropáis, pero no entráis en calor; y el asalariado echa su jornal en saco roto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

sembrasteis mucho y recogisteis poco; comisteis y no os hartasteis, bebisteis y no os saciasteis; os vestisteis y no os calentasteis, y el jornalero echó su jornal en bolsa rota'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Sembráis mucho, y encerráis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no estáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco horadado.

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Lòt tradiksyon



Hageo 1:6
31 Referans Kwoze  

Hubo también hambre en tiempo de David por tres años continuos; sobre lo cual consultó David el oráculo del Señor. Y le respondió el Señor: Esto sucede por causa de Saúl y de su casa sanguinaria; porque mató él a los gabaonitas.


Vive el Señor Dios tuyo, respondió ella, que pan yo no lo tengo; no tengo más que un puñado de harina en la orza, y un poco de aceite en la alcuza; he aquí que estoy cogiendo dos palitos de leña para ir a cocerla para mí y para mi hijo, y comérnosla; y después de consumidos estos residuos morirnos de hambre.


Algunos decían: Nuestros hijos y nuestras hijas son en número muy excesivo; vendámoslos; y compremos con su precio trigo para poder comer y vivir.


Luego que se hubiere hartado, sentirá congojas, se abrasará, y se verá acometido de toda suerte de dolores.


Quedarán abandonados los renuevos o retoños de su familia; serán arrancados de cuajo en el día de la ira de Dios.


la tierra fructífera en salinas, por causa de la malicia de sus habitantes.


Unos reparten sus propios bienes, y se hacen más ricos; otros roban lo ajeno, y están siempre en miseria.


¡Ay de vosotros los que os levantáis de mañana a emborracharos, y a beber con exceso hasta la noche, hasta que os abrasa el vino!


Sembraron trigo, y segaron espinas; han adquirido una heredad, mas no les traerá provecho alguno; confundidos quedaréis, frustrada la esperanza de vuestros frutos por la tremenda ira del Señor.


A causa de la esterilidad de la tierra, por haberle faltado la lluvia, los labradores, abatidos, cubren sus cabezas,


Desde aquel tiempo en que dejamos de ofrecer sacrificios y libaciones a la reina del cielo, estamos faltos de todo, y nos vemos consumidos por la espada y por el hambre.


Y comerán, y no se saciarán, han prevaricado incesantemente; han abandonado al Señor, desobedeciendo su santa ley.


Sembrarán viento, y recogerán torbellinos para su ruina, no habrá allí espiga que se mantenga en pie, y sus granos no darán harina; y si la dieren, se la comerán los extraños.


Se irá en humo todo vuestro trabajo; la tierra no producirá su esquilmo, y los árboles no darán frutos.


después que yo os hubiere quitado el apoyo del pan que es vuestro sustento; en tal extremo, que diez mujeres cocerán panes en un solo horno y darán a sus hijos el pan por onzas; y comeréis y nunca os saciaréis.


Por eso se prohibió a los cielos daros el rocío o la lluvia, y se prohibió a la tierra daros su fruto.


Ahora, pues, esto dice el Señor de los ejércitos: Poneos a considerar seriamente vuestros procederes.


Así habla el Señor de los ejércitos: Poneos a reflexionar atentamente sobre vuestros procederes.


Vosotros esperabais lo más, y os ha venido lo menos, y aun ese poco lo metisteis dentro de vuestras casas, y yo con un soplo lo hice desaparecer. ¿Y por qué?, dice el Señor de los ejércitos. Porque mi casa está abandonada, y cada uno de vosotros se ha dado gran prisa a reparar la suya propia.


cuando acercándoos a un montón de mieses, que parecía de veinte celemines, venía a quedar en diez; y yendo al lagar para sacar cincuenta cántaros, no sacabais más de veinte,


yo destruí con viento abrasador, y con plagas, y con pedrisco todas las labores de vuestras manos; y no hubo entre vosotros quien se convirtiese a mí, dice el Señor.


Yo los sacaré fuera, dice el Señor de los ejércitos, y caerá encima de la casa del ladrón, y del que jura falsamente en medio de sus casas, y las consumirá con sus maderos y piedras.


Porque antes de estos días los hombres trabajaban sin utilidad, y sin utilidad trabajaban las bestias; ni los que entraban ni los que salían gozaban de paz, a causa de la tribulación en que se hallaban; habiendo yo dejado que se hiciesen guerra unos a otros.


Si no quisiereis escuchar, ni quisiereis asentar en vuestro corazón dar gloria a mi Nombre, dice el Señor de los ejércitos, yo enviaré sobre vosotros la miseria y maldeciré vuestras bendiciones, o bienes, y echaré sobre ellas maldición; puesto que vosotros no habéis hecho caso de mí.


Maldito tu granero, y malditos tus repuestos de frutos.