Y consumidos los víveres traídos de Egipto, Jacob dijo a sus hijos: Volved a comprar algunos víveres.
Génesis 43:3 - Biblia Torres Amat 1825 Respondió Judá: Aquel señor que manda allí, nos intimó con protesta de juramento diciendo: No veréis mi cara si no traéis con vosotros a vuestro hermano menor. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Judá dijo: —El hombre hablaba en serio cuando nos advirtió: “No volverán a ver mi rostro a menos que su hermano venga con ustedes”. Biblia Católica (Latinoamericana) Judá le contestó: 'Aquel hombre nos dijo bien claro que no nos admitiría en su presencia si no iba con nosotros nuestro hermano. La Biblia Textual 3a Edicion Y Judá le respondió, diciendo: Aquel hombre nos advirtió seriamente, diciendo: No veréis mi rostro a menos que vuestro hermano venga con vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Judá le contestó: 'Aquel hombre nos advirtió categóricamente: 'No os admitiré en mi presencia si vuestro hermano no viene con vosotros'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro a menos que vuestro hermano venga con vosotros. |
Y consumidos los víveres traídos de Egipto, Jacob dijo a sus hijos: Volved a comprar algunos víveres.
En este supuesto, si quieres enviarle con nosotros, marcharemos juntos y te traeremos lo necesario;
pero si no te determinas a enviarle, no iremos; porque el señor aquel, como tantas veces hemos dicho, nos declaró con palabras formales que no esperásemos ver su cara sin llevar nuestro hermano más mozo.
Pues si no viniere vuestro hermano menor con vosotros, nos dijiste tú a tus siervos, no tenéis que volver a mi presencia.
Pero el rey había dicho: Vuelva a su casa; mas no comparezca en mi presencia. Volvió, pues, Absalón a su casa; mas no vio la cara al rey.
Hacía dos años que estaba Absalón en Jerusalén , y no había visto la cara del rey.
Le respondió Absalón: Es que yo envié a llamarte, rogándote que vinieras, para que dijeses de mi parte al rey: ¿A qué fin he vuelto de Gesur? Para esto me era mejor estarme allí. Alcánzame, pues, la gracia de que pueda ver la cara del rey; y que si aún recuerda mi delito, quíteme la vida.
Le respondió David: Bien está, yo haré contigo las amistades; pero una cosa exijo de ti, y te prevengo; y es, que no verás mi cara sin que primero me hayas traído a Micol, hija de Saúl; bajo esta condición podrás venir, y verme.
Ahora bien, yo sé que ninguno de todos vosotros, por cuyas tierras he discurrido predicando el reino de Dios me volverá a ver.
afligidos sobre todo por aquella palabra que había dicho, que ya no verían más su rostro. Y de esta manera le fueron acompañando hasta la nave.
Yo he visto y considerado la aflicción del pueblo mío, que habita en Egipto, y he oído sus gemidos, y he descendido a librarle. Ahora, pues, ven tú, y te enviaré a Egipto.