A que respondió Abram: ¡Oh Señor Dios!, y ¿qué es lo que me has de dar? Yo me voy de este mundo sin hijos; y así habrá de heredarme el hijo del mayordomo de mi casa, ese Eliezer de Damasco.
Génesis 43:19 - Biblia Torres Amat 1825 Por lo cual, en la misma puerta, llegándose al mayordomo de la casa, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y se acercaron al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Los hermanos se acercaron al administrador de la casa de José y hablaron con él en la entrada del palacio. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, estando ya para pasar la puerta, se acercaron al mayordomo de José y le dijeron: La Biblia Textual 3a Edicion Entonces se acercaron al hombre que estaba a cargo de la casa de José, y le hablaron a la puerta de la casa, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Acercáronse, pues, al mayordomo de José y a la entrada de la casa le hablaron Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se acercaron al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa. |
A que respondió Abram: ¡Oh Señor Dios!, y ¿qué es lo que me has de dar? Yo me voy de este mundo sin hijos; y así habrá de heredarme el hijo del mayordomo de mi casa, ese Eliezer de Damasco.
y traedme a vuestro hermano menor, para que yo pueda certificarme de vuestros dichos y vosotros no seáis condenados a muerte. Lo hicieron como él decía,
El cual luego que los vio, y a Benjamín con ellos, dio esta orden a su mayordomo: Mete esos hombres en mi casa, y degüella víctimas, y dispón un convite, porque a mediodía han de comer conmigo.
Ellos con eso atemorizados, se decían uno al otro: Por el dinero que nos hallamos la otra vez en nuestros costales, nos meten aquí, con el fin de hacer caer más sobre nosotros la calumnia, y sujetarnos a la esclavitud, y apoderarse de nuestros jumentos.
le dijeron: Te suplicamos, señor, que nos escuches. Ya otra vez hemos venido a comprar granos,
Y dio José esta orden a su mayordomo, diciéndole: Llénales de trigo los costales, hasta que no quepa más, y pon el dinero de cada uno en la boca del saco.
Puesto el sol, dijo el dueño de la viña a su mayordomo: Llama a los trabajadores y págales el jornal, empezando desde los últimos y acabando en los primeros.
Decía también Jesús a sus discípulos: Había un hombre rico, que tenía un mayordomo, del cual por la voz común vino a entender que le había disipado sus bienes.