Respondió Abrahán: Pensé y dije allá en mi interior: Quizá no hay temor de Dios en este lugar, y me quitarán la vida por causa de mi mujer:
Génesis 42:18 - Biblia Torres Amat 1825 Pero al tercero, sacándolos de ella, dijo: Haced lo que os he dicho, y quedaréis con vida; porque yo temo a Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y al tercer día les dijo José: Haced esto, y vivid: Yo temo a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Al tercer día, José les dijo: —Yo soy un hombre temeroso de Dios. Si hacen lo que les digo, vivirán. Biblia Católica (Latinoamericana) Al tercer día José les dijo: 'Les doy un medio para que se salven, pues yo también tengo temor de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Pero al tercer día les dijo José: Haced esto y viviréis. Yo temo a ’Elohim. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al tercer día les dijo José: 'Soy hombre temeroso de Dios. Haced lo siguiente y salvaréis vuestras vidas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al tercer día les dijo José: Haced esto, y vivid: Yo temo a Dios: |
Respondió Abrahán: Pensé y dije allá en mi interior: Quizá no hay temor de Dios en este lugar, y me quitarán la vida por causa de mi mujer:
No hay cosa chica ni grande que no esté a mi disposición, o que no me haya entregado, a excepción de ti que eres su mujer; pues, ¿cómo puedo yo cometer esa maldad y pecar contra mi Dios?
Si sois gente de paz, quede atado en la cárcel un hermano vuestro; y vosotros id a llevar a vuestras casas los granos que habéis comprado,
siendo así que los primeros gobernadores antecesores míos cargaron al pueblo, y recibieron de ellos en pan, vino y dinero cuarenta siclos cada día; y que también sus ministros oprimían al pueblo. Mas yo, temiendo a Dios no me porté así;
Y les dije: No es bien hecho lo que hacéis. ¿Cómo no vivís en el santo temor de nuestro Dios, para que no vengamos a ser el escarnio de las gentes enemigas nuestras?
Había en el país de Hus un varón célebre llamado Job, hombre sencillo y recto y temeroso de Dios, que se apartaba del mal.
Pero las parteras temieron a Dios, y no ejecutaron la orden del rey de Egipto, sino que conservaban la vida a los niños.
Para lo demás escoge de todo el pueblo sujetos de firmeza y temerosos de Dios, amantes de la verdad y enemigos de la avaricia, y de ellos establece tribunos, centuriones, y cabos de cincuenta personas y de diez:
No queráis apremiar a los que son de vuestra misma tribu, mas tema cada uno a su Dios; porque soy yo el Señor Dios vuestro.
diciendo: En cierta ciudad había un juez, que ni tenía temor de Dios, ni respeto a hombre alguno.
Mas el juez en mucho tiempo no quiso hacérsela. Pero después dijo para consigo: Aunque yo no temo a Dios, ni respeto a hombre alguno,