al mismo tiempo nacían de otra caña otras siete delgadas y requemadas del viento abrasador,
Génesis 41:6 - Biblia Torres Amat 1825 Otras tantas nacían también de otra, menudas y quemadas del viento abrasador, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y que después de ellas salían otras siete espigas menudas y abatidas del viento solano; Biblia Nueva Traducción Viviente Luego aparecieron otras siete espigas de grano, pero estaban resecas y marchitadas por el viento oriental. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de éstas brotaron otras siete espigas pequeñas y quemadas por el viento, La Biblia Textual 3a Edicion Sin embargo, he ahí otras siete espigas menudas y resecas por el viento oriental brotaban después de ellas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A continuación brotaron siete espigas raquíticas y abrasadas por el viento del este. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y que otras siete espigas delgadas y abatidas del viento solano, salían después de ellas: |
al mismo tiempo nacían de otra caña otras siete delgadas y requemadas del viento abrasador,
volvió a dormirse y tuvo otro sueño: Siete espigas brotaban de una misma caña, llenas y hermosas.
las cuales devoraban la lozanía de las primeras. Despertando el faraón después de haber descansado,
Mira, ella es cierto que está plantada; ¿pero acaso prosperará? ¿No es verdad que luego que el viento abrasador la tocare se secará y quedará árida, a pesar de todos los canales que la fecundan?
Mas ella fue arrancada con ira, y echada por tierra, y un viento abrasador secó sus frutos; se marchitaron y secaron sus robustas varas, y el fuego la devoró.
Efraín se apacienta del viento, y confiando en Egipto respira el aire ardiente. Todo el día está aumentando sus falsedades y las causas de su perdición, se ha confederado con los asirios y ha llevado sus excelentes aceites a Egipto.
Porque el infierno o sepulcro dividirá unos hermanos de otros. El Señor enviará un viento abrasador que se levantará del desierto, el cual agotará sus manantiales y secará sus fuentes. El rey arrebatará del país todos los más preciosos tesoros.
Y nacido que hubo el sol, dispuso el Señor que soplase un viento solano que quemaba; hería el sol en la cabeza de Jonás , quien se abrasaba y deseaba la muerte, diciendo: Mejor me es morir que vivir.