Después que pasaron estas cosas, probó Dios a Abrahán, y le dijo: Abrahán, Abrahán. Y respondió él: Aquí me tenéis Señor.
Génesis 37:13 - Biblia Torres Amat 1825 le dijo Israel: Tus hermanos guardan las ovejas en los pastos de Siquem; ven, que quiero enviarte a ellos. Y respondiendo él: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Israel a José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Siquem: ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando ya llevaban un buen tiempo allí, Jacob le dijo a José: —Tus hermanos están en Siquem apacentando las ovejas. Prepárate, porque te enviaré a verlos. —Estoy listo para ir —respondió José. Biblia Católica (Latinoamericana) e Israel dijo a José: 'Tus hermanos están cuidando las ovejas en los pastos de Siquem; ven, que quiero mandarte donde ellos. Contestó José: 'Aquí estoy. La Biblia Textual 3a Edicion dijo Israel a José: ¿No están tus hermanos pastoreando en Siquem? Ven, te enviaré a ellos. Y él dijo: Heme aquí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Israel a José: 'Tus hermanos deben estar con los rebaños en Siquén. Ven, que te voy a enviar adonde ellos están'. Él contestó: 'Aquí estoy'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Israel a José: ¿No están tus hermanos apacentando el rebaño en Siquem? Ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí. |
Después que pasaron estas cosas, probó Dios a Abrahán, y le dijo: Abrahán, Abrahán. Y respondió él: Aquí me tenéis Señor.
Cuando he aquí que de repente el ángel del Señor gritó del cielo, diciendo: Abrahán, Abrahán. Aquí me tienes, respondió él.
Siendo ya viejo Isaac, se le debilitó la vista, de modo que llegó a faltarle. Llamó, pues, a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: ¡Hijo mío! El cual respondió: Aquí estoy.
Todo lo cual llevándolo él adentro, dijo: ¡Padre mío! A lo que respondió él: Oigo. ¡Quién eres tú, hijo mío?
Y al cabo de algún tiempo de su retorno de Mesopotamia de Siria, pasó a Salem, ciudad de los siquemitas, en la tierra de Canaán, y habitó cerca de la población.
Y como sus hermanos estuviesen en el territorio de Siquem apacentando los rebaños de su padre,
Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, habéis de ser prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
Dijo entonces el dueño de la viña: ¿Qué haré ya? Enviaré a mi hijo querido; quizá cuando le vean, le tendrán más respeto.
Lo llamó, pues, Helí, y le dijo: ¡Samuel, hijo mío! El cual respondió: Aquí estoy.
Repitió el Señor y llamó por tercera vez a Samuel; el cual levantándose volvió a Helí,