y que cuando los egipcios te hayan visto, han de decir: Es la mujer de éste; con lo que a mí me quitarán la vida, y a ti te reservarán para sí.
Génesis 34:30 - Biblia Torres Amat 1825 Ejecutadas osadamente todas estas cosas, dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis puesto en un conflicto, y hecho odioso a los cananeos y ferezeos, moradores de esta tierra. Nosotros somos pocos: ellos, reunidos, cargarán sobre mí, y seré exterminado con toda mi familia. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Después, Jacob les dijo a Simeón y a Leví: —¡Ustedes me han arruinado! Me han hecho despreciable ante todos los pueblos de esta tierra: los cananeos y los ferezeos. Nosotros somos tan pocos que ellos se unirán y nos aplastarán. ¡Me destruirán, y toda mi familia será aniquilada! Biblia Católica (Latinoamericana) Dijo entonces Jacob a Simeón y a Leví: 'Me han dejado en mala situación, y por culpa de ustedes me odiarán los cananeos y los fereceos que ocupan el país. Yo sólo tengo unos pocos hombres, y si ellos se unen para atacarme, me exterminarán junto con toda mi gente. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado haciéndome apestoso ante los moradores de esta tierra: el cananeo y el ferezeo. Yo tengo escaso número de hombres, y se juntarán contra mí, me atacarán, y yo y mi casa seremos exterminados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Jacob a Simeón y a Leví: 'Me habéis buscado la ruina al hacerme odioso a los habitantes del país, a los cananeos y los perizeos. Yo cuento con un número reducido de hombres. Ellos se unirán contra mí, me vencerán y acabarán conmigo y con mi casa'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí, y me herirán, y seré destruido yo y mi casa. |
y que cuando los egipcios te hayan visto, han de decir: Es la mujer de éste; con lo que a mí me quitarán la vida, y a ti te reservarán para sí.
Y yo te haré cabeza de una nación grande, y bendecirte he, y ensalzaré tu nombre, y tú serás bendito o serás una bendición.
atravesó Abram el país hasta el lugar de Siquem, hasta el famoso valle; el cananeo habitaba entonces aquella tierra.
De donde vino a suscitarse una riña entre los pastores de los ganados de Abram y los de Lot. Y el cananeo y el ferezeo moraban a la sazón en aquella tierra.
A la cual como viese Siquem, hijo de Hemor heveo, príncipe de aquella tierra, enase moró de ella, y la robó, y desfloró violentamente a la virgen.
Respondieron los hijos: Pues qué, ¿debieron ellos abusar de nuestra hermana como de una prostituta?
Todas las almas que entraron en Egipto con Jacob , descendientes del mismo, sin contar las mujeres de sus hijos, fueron sesenta y seis.
Los hijos de José que le nacieron en Egipto, eran dos. Con que todas las personas de la casa de Jacob , entradas en Egipto, vinieron a ser setenta.
Mas los amonitas reflexionando en la injuria hecha a David, tomaron a su sueldo veinte mil infantes de la Siria de Rohob y de la Siria de Soba, mil hombres del rey de Maaca y doce mil de Istob.
Y dijo Aquitofel a Absalón: Abusa de las mujeres de tu padre, las cuales dejó para guardar su palacio; a fin de que sabiendo todo Israel que has hecho esta afrenta a tu padre, se comprometan más en su partido.
Y fue Razón enemigo de Israel todo el reinado de Salomón ; y éste fue otro azote con el de Adad, por el odio contra Israel, después que reinó en la Siria.
A lo que respondió Elías: No he alborotado yo a Israel; sino tú y la casa de tu padre, que habéis despreciado los mandamientos del Señor, y seguido a los Baales o falsos dioses.
Traed a la memoria las maravillas que hizo, los prodigios que obró, y las leyes salidas de su boca.
Y decía esto, siendo los israelitas pocos en número, pobres y extranjeros en ella.
Pero considerando los amonitas, así Hanón como todo el pueblo, la injuria que habían hecho a David, enviaron mil talentos de plata para tomar a sueldo tropas de las que iban en carros de guerra, y gente de a caballo de la Mesopotamia, y de la Siria de Maaca, y de Soba.
Hijo de Carmí: Acar, el que turbó a Israel por haber pecado en el hurto de las cosas consagradas a Dios.
Y esto, cuando Jacob y sus hijos eran en corto número, poquísimos y extranjeros en la misma tierra,
y les dijeron: Atienda el Señor a esto que nos pasa, y juzgue; pues vosotros nos habéis hecho abominables a los ojos del faraón y de sus servidores, y habéis puesto en su mano el cuchillo para que nos degüelle.
El varón misericordioso se hace bien a sí propio, así como el hombre cruel hasta a sus próximos parientes desecha.
Quien trae en desorden su propia casa, no poseerá más que aire; y el necio habrá de servir al sabio.
El que se deja llevar de la avaricia, mete el desorden en su casa; el que aborrece los sobornos, vivirá feliz. Mediante las obras de misericordia y la viva fe se purgan los pecados; y por medio del Señor evitará todo hombre el mal.
o la figura de alguno de los animales que andan sobre la tierra, o de aves que vuelan debajo del cielo,
y esparcirá por todas las naciones, y quedaréis reducidos a pocos entre las gentes a donde el Señor os ha de llevar.
No porque excedieses en número a las demás naciones se unió el Señor a vosotros, y os escogió; puesto que al contrario sois en menor número que todos los otros pueblos:
donde dijo Josué: Ya que tú nos haz llenado de turbación, te extermíne el Señor en este día y le apedreó todo Israel, y fue consumido de las llamas su cuerpo y todo cuanto poseía.
Y corrió por todo Israel la noticia de que Saúl había destrozado la guarnición de los filisteos; con lo que cobró Israel aliento contra ellos; y acudió con algazara a Saúl en Gálgala.
A lo que respondió Samuel: ¿Cómo tengo que ir? Lo sabrá luego Saúl, y me quitará la vida. Dijo el Señor: Tomarás contigo un becerro de la vacada, y dirás que has ido allí a ofrecer sacrificios al Señor.
Mas David dijo en su corazón: Al fin algún día vendré a caer en manos de Saúl. ¿No me vale más huir y ponerme a salvo en tierra de los filisteos, para que Saúl pierda las esperanzas y cese de andarme buscando por todo el país de Israel? Huiré, pues, de sus dominios.
Por donde Aquis vino a fiarse de David, diciendo entre sí: Muchos son los daños que ha hecho contra su pueblo de Israel; y por lo mismo se quedará ya para siempre adicto a mi servicio.