¿Cuáles son entre todos los dioses de la tierra los que han salvado su región de caer en mis manos, para que el Señor pueda librar a Jerusalén de caer en las mismas?
Éxodo 5:2 - Biblia Torres Amat 1825 A lo que respondió él: ¿Quién es ese Señor para que yo haya de escuchar su voz y dejar salir a Israel? No conozco a tal Señor, ni dejaré ir a Israel. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Ah sí? —replicó el faraón—. ¿Y quién es ese Señor? ¿Por qué tendría que escucharlo y dejar ir a Israel? Yo no conozco a ese tal Señor y no dejaré que Israel se vaya. Biblia Católica (Latinoamericana) Respondió Faraón: '¿Quién es Yavé para que yo le haga caso y deje salir a Israel? No conozco a Yavé y no dejaré salir a Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Faraón respondió: ¿Quién es YHVH, para que yo obedezca su voz y deje ir a Israel? ¡No conozco a YHVH, y tampoco he de soltar a Israel! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió el Faraón: '¿Quién es Yahveh para que yo tenga que escuchar su voz y deje salir a Israel? No conozco a Yahveh ni tampoco dejaré partir a Israel'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. |
¿Cuáles son entre todos los dioses de la tierra los que han salvado su región de caer en mis manos, para que el Señor pueda librar a Jerusalén de caer en las mismas?
¿Cuál es el dios entre todos los dioses de las naciones, exterminadas por mis padres, que haya podido salvar a su pueblo de mis manos, para que creáis que pueda también libraros vuestro Dios?
No os dejéis, pues, engañar de Ezequías , ni seducir con vanas persuasiones, y no le deis crédito; porque si ninguno de los dioses de las naciones, ni de los otros reinos, pudo librar a su pueblo de mis manos, ni de las manos de mis padres, es consiguiente que tampoco vuestro Dios podrá libertaros de caer en las mías.
Y hablaba del Dios de Jerusalén como de los dioses de las otras naciones de la tierra, que son obra de las manos del hombre.
y obraste milagros y portentos contra el faraón, y contra todos sus criados, y contra todo el pueblo de aquella tierra, porque sabías que ellos nos habían tratado con soberbia, e insolencia y te ganaste el nombre de Dios grande, que conservas hoy.
Y es que alzó su mano contra Dios, y se creyó bastante fuerte contra el Todopoderoso.
¿Quién es ese Omnipotente para que nos empleemos en su servicio? ¿Y qué provecho hemos de sacar de implorar su auxilio?
Por lo mismo, orgulloso el pecador ha exasperado al Señor, y no le buscará según el exceso de su arrogancia.
Ellos han dicho: Nosotros con nuestra lengua, o artificiosas palabras, haremos cosas grandes; somos dueños de nuestros labios; ¿quién nos manda a nosotros?
Pero el Señor mirando a la miseria de los desvalidos, y al gemido de los pobres, dice: Ahora me levantaré yo para defenderlos. Los pondré a salvo; yo les inspiraré confianza.
Dijo en su corazón el insensato: No hay Dios. Los hombres se han corrompido, y se han hecho abominables por seguir sus pasiones; no hay quien obre bien, no hay uno siquiera.
Yo ya sé que el rey de Egipto no querrá dejaros ir, sino forzado por una mano poderosa.
Dice, pues, el Señor: En esto conocerás que yo soy el Señor: Voy a herir al agua del río con la vara que tengo en mi mano, y se convertirá en sangre.
no sea que viéndome sobrado, me vea tentado a renegar de ti; y diga lleno de arrogancia: ¿Quién es el Señor? O bien que, acosado de la necesidad, me ponga a robar, y a perjurar el Nombre de mi Dios.
Mas si vosotros dijereis: No queremos permanecer en esta tierra, ni escuchar lo que dice el Señor Dios nuestro;
Embriagadla con el cáliz de la ira de Dios, ¡oh caldeos!, pues se levantó contra el Señor; y vomite ella, y bata sus manos como desesperada, y sea también objeto de mofa.
Ahora, pues, si estáis dispuestos a obedecer, al punto que oigáis el sonido de la trompeta, de la flauta, del arpa, de la zampoña, y del salterio, y de la sinfonía, y de todo género de instrumentos músicos, postraos, y adorad la estatua que yo he hecho; pero si no la adoráis, al instante seréis arrojados en el horno ardiente de fuego. ¿Y cuál es el dios que os librará de mi mano?
Pues como no quisieron reconocer a Dios, Dios los entregó a un réprobo sentido, de suerte que han hecho acciones indignas del hombre,
los cuales sufrirán la pena de una eterna condenación confundidos por la presencia del Señor y por el brillante resplandor de su poder
Entonces los hijos de Israel pecaron a vista del Señor, y sirvieron a los ídolos;
Mas los hijos de Helí eran hijos de Belial, que no conocían o respetaban al Señor,
Pero Nabal les respondió: ¿Quién es David? ¿Y quién es el hijo de Isaí para que yo le ofrezca presentes? Cada día se ven más esclavos que andan fugitivos de sus amos.