Trasladó el altar de bronce, que estaba en la presencia del Señor, desde la fachada del templo, y de su sitio y lugar propio en el templo del Señor, y lo colocó a un lado de aquel altar, al septentrión.
Éxodo 40:6 - Biblia Torres Amat 1825 y adelante de éste colocarás el altar de los holocaustos; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Después pondrás el altar del holocausto delante de la entrada del tabernáculo, del tabernáculo de reunión. Biblia Nueva Traducción Viviente Coloca el altar de las ofrendas quemadas delante de la entrada del tabernáculo. Biblia Católica (Latinoamericana) Colocarás el altar de los holocaustos ante la entrada de la Tienda de las Citas. Pondrás la pila entre la Tienda de las Citas y el Altar y echarás agua en ella. La Biblia Textual 3a Edicion Pondrás el altar del holocausto delante de la entrada del Tabernáculo de la Tienda de Reunión. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Colocarás el altar de los holocaustos ante la entrada del santuario de la tienda del encuentro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y pondrás el altar del holocausto delante de la puerta del tabernáculo, del tabernáculo de la congregación. |
Trasladó el altar de bronce, que estaba en la presencia del Señor, desde la fachada del templo, y de su sitio y lugar propio en el templo del Señor, y lo colocó a un lado de aquel altar, al septentrión.
en cuyo atrio sentó el altar del holocausto, donde ofreció holocausto y sacrificios, según la disposición del Señor.
y el altar de oro, en que ha de quemarse el incienso delante del arca del Testamento. A la entrada del Tabernáculo pondrás un velo,
la concha del lavatorio, la cual llenarás de agua, estará entre el altar y el Tabernáculo.
Y ha de inmolar el becerro en la presencia del Señor; y los sacerdotes, hijos de Aarón, ofrecerán su sangre, derramándola alrededor del altar que está ante la puerta del Tabernáculo;
Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre por el pecado ofrece el sumo sacerdote en el santuario, son quemados enteramente fuera de los alojamientos o de la población;
Y si guardamos sus mandamientos, con eso sabemos que verdaderamente le hemos conocido.