Jacob , pues, cortando varas verdes de álamo, de almendro y de plátano, les quitó parte de la corteza: hecho lo cual, resaltó lo blanco en la parte descortezada; mas donde las varas estaban intactas, quedaron verdes; y de este modo se formó un color vario.
Le dijo Eliseo: ¿Qué quieres que yo haga por ti? Dime: ¿qué tienes en tu casa? Ella respondió: No tiene tu esclava otra cosa en su casa sino un poco de aceite para ungirse.
Cuando el faraón os dijere: Hacednos ver por algún milagro que Dios os envía, dirás tú a Aarón: Toma tu vara, y échala delante del faraón, y convertirse ha en culebra.
No se escogerá ni buena ni mala, ni se cambiará con otra; si se cambiare, quedará consagrada al Señor, sin poder redimirse, tanto lo cambiado como lo que se haya dado en cambio.
Apacienta, ¡oh Dios mío!, en medio del Carmelo con tu cayado al pueblo tuyo, la grey de tu heredad, la cual habita sola en el bosque. Algún día se apacentará ella en Basán y en Galaad, como en los tiempos antiguos.