Entraron, pues, Moisés y Aarón en el palacio del faraón, y le dijeron: Esto dice el Señor Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo rehusarás sujetarte a mí? Deja salir a mi pueblo a ofrecerme sacrificios.
Éxodo 10:4 - Biblia Torres Amat 1825 Que si prosigues resistiendo y no quieres soltarle, mira que mañana yo inundaré tus comarcas de langostas, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y si aún rehúsas dejarlo ir, he aquí que mañana yo traeré sobre tu territorio la langosta, Biblia Nueva Traducción Viviente Si te niegas, ¡ten cuidado! Pues mañana mismo traeré sobre tu tierra una plaga de langostas. Biblia Católica (Latinoamericana) En caso contrario, si te niegas a que salgan, mañana mandaré langostas a tu país. La Biblia Textual 3a Edicion Porque si tú aún rehúsas dejar ir a mi pueblo, he aquí mañana traigo la langosta contra tu territorio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque si te niegas a dejar partir a mi pueblo, mañana traeré sobre tu territorio la langosta, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y si aún rehúsas dejarlo ir, he aquí que yo traeré mañana langosta en tus términos, |
Entraron, pues, Moisés y Aarón en el palacio del faraón, y le dijeron: Esto dice el Señor Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo rehusarás sujetarte a mí? Deja salir a mi pueblo a ofrecerme sacrificios.
que cubran la superficie de la tierra, de suerte que nada de ella se vea, y devoren cuanto no hubiere destrozado el pedrisco; porque roerán todos los árboles y plantas que brotan en los campos.
Ya te tengo dicho: Deja ir a mi hijo, para que me rinda el culto que me es debido, y tú no has querido dejarle partir; he aquí, pues, que yo voy a quitar la vida a tu hijo primogénito.
Después de esto entraron Moisés y Aarón al faraón, y le dijeron; Esto dice el Señor Dios de Israel: Dejad ir a mi pueblo a fin de que me ofrezca un sacrificio solemne en el desierto.
Respondió el faraón: Mañana. Bien está, dijo Moisés, lo haré según pides, para que sepas que nadie hay como el Señor Dios nuestro.
Yo haré distinción entre mi pueblo y el tuyo: mañana se verá este prodigio.
Pues mira, mañana a esta misma hora, haré llover un horrible pedrisco, tal cual nunca se ha visto en Egipto desde que comenzó a ser habitado, hasta el presente.
Y el Señor fijó el plazo, diciendo: Mañana ejecutará el Señor en la tierra este prodigio.
las langostas, que sin tener rey, se mueven todas ordenadas en escuadrones;
Y compensaré los años estériles que ocasionó la langosta, el pulgón, la roya, y la oruga, terribles ejércitos que envié contra vosotros.
Echarás mucha simiente en la tierra y cogerás poco; porque las langostas lo devorarán todo.
y se les mandó no hiciesen daño a la hierba de la tierra, ni a cosa verde, ni a ningún árbol; sino solamente a los hombres que no tienen la señal de Dios en sus frentes.