Dios, justo juez, fuerte y misericordioso, ¿se enoja acaso todos los días?
Éxodo 10:1 - Biblia Torres Amat 1825 Y dijo el Señor a Moisés: Ve al palacio del faraón, porque yo tengo abandonado a la dureza su corazón y el de sus servidores o ministros, para continuar haciendo en él estos prodigios de mi poder, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón; porque yo he endurecido su corazón, y el corazón de sus siervos, para mostrar entre ellos estas mis señales, Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Regresa a ver al faraón y vuelve a presentar tus demandas. Yo hice que él y sus funcionarios se pusieran tercos con el fin de mostrar mis señales milagrosas en medio de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé dijo a Moisés: 'Ve donde Faraón, porque he endurecido su corazón y el de sus ministros con el fin de realizar mis prodigios en medio de ellos. La Biblia Textual 3a Edicion YHVH dijo a Moisés: Ve a Faraón, pues Yo he hecho endurecer su corazón y el corazón de sus siervos, para dar en medio de ellos estas señales mías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh dijo a Moisés: 'Ve al Faraón, pues yo he endurecido su corazón y el corazón de sus siervos, a fin de obrar mis prodigios en medio de su pueblo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová dijo a Moisés: Entra ante Faraón; porque yo he endurecido su corazón, y el corazón de sus siervos, para mostrar delante de él estas mis señales; |
Dios, justo juez, fuerte y misericordioso, ¿se enoja acaso todos los días?
Y el Señor endureció el corazón del faraón, que no dejó todavía partir a los hijos de Israel.
Por eso extenderé yo mi brazo, y heriré a los pueblos de Egipto con toda suerte de prodigios que haré en medio de ellos; después de lo cual os dejará partir.
Le dijo asimismo el Señor cuando volvía a Egipto: Mira que hagas delante del faraón todos los portentos para los cuales te he dado poder. Yo endureceré su corazón, y no dejará partir a mi pueblo.
y con todo no ha de escucharos. Pero yo extenderé mi mano sobre Egipto, y sacaré al ejército y pueblo mío, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, a fuerza de grandes castigos.
Y endureció o abandonó el Señor el corazón del faraón, que tampoco dio oídos a Moisés y Aarón, según lo había dicho el Señor a Moisés.
Que a este fin te he conservado o sufrido para mostrar en ti mi poderío, por donde mi nombre sea celebrado en todo el mundo.
Envió, en fin, el faraón a llamar a Moisés y Aarón, y les dijo: También esta vez he pecado: el Señor es justo; yo y mi pueblo unos impíos.
Cegó sus ojos y endureció su corazón, para que con los ojos no vean, y no perciban en su corazón por temor de convertirse, y de que yo los cure.
Dice también al faraón en la Escritura: A este fin te levanté, para mostrar en ti mi poder; y para que mi Nombre sea celebrado por toda la tierra.
De donde se sigue que con quien quiere usa de misericordia, y endurece o abandona en su pecado al que quiere.
Porque había decretado Dios el dejar que el corazón de los ciudadanos se endureciese, y que peleasen contra Israel, y así fuesen destruidos, y no mereciesen clemencia alguna, sino que perecieran, como el Señor tenía mandado a Moisés.
¡Ay de nosotros! No estaban, no, ayer ni antes de ayer con tanta alegría. ¡Tristes de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de ese Dios excelso? Ese es aquel Dios que castigó a Egipto con toda suerte de plagas, y que condujo a Israel por el desierto.