Por tanto considerad ahora cómo no ha caído en tierra una sola palabra de las que habló el Señor contra la casa de Acab, y cómo ha ejecutado el Señor lo que predijo por medio de Elías, su siervo.
Ester 6:10 - Biblia Torres Amat 1825 Le replicó el rey: Date prisa; y tomando el manto real y el caballo, todo eso que has dicho ejecútalo con el judío Mardoqueo, el que está a la puerta del palacio. Guárdate de omitir nada de cuanto has di-cho. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma el vestido y el caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta real; no omitas nada de todo lo que has dicho. Biblia Nueva Traducción Viviente —¡Perfecto! —le dijo el rey a Amán—. ¡Rápido! Lleva mi manto y mi caballo, y haz todo lo que has dicho con Mardoqueo, el judío que se sienta a la puerta del palacio. ¡No pierdas ni un detalle de lo que has sugerido! Biblia Católica (Latinoamericana) El rey dijo entonces a Amán: 'Apresúrate, toma ese manto y el caballo como has dicho, y haz todo eso con Mardoqueo, el judío, que se sienta en la puerta del rey. No olvides nada de lo que has dicho». La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el rey dijo a Amán: ¡Apresúrate, toma los atavíos y el caballo, y haz como has dicho con Mardoqueo el judío, que está sentado en la puerta real! ¡No omitas nada de todo lo que has dicho! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y dijo el rey a Amán: 'Toma en seguida el vestido y el caballo, como has dicho; y hazlo así con el judío Mardoqueo, que está sentado a la puerta del rey. No pases por alto nada de todo cuanto has dicho'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma la vestidura y el caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta del rey; no omitas nada de todo lo que has dicho. |
Por tanto considerad ahora cómo no ha caído en tierra una sola palabra de las que habló el Señor contra la casa de Acab, y cómo ha ejecutado el Señor lo que predijo por medio de Elías, su siervo.
Tomó, pues, Amán el manto real y el caballo y habiéndoselo vestido a Mardoqueo en la plaza de la ciudad, y héchole montar en el caballo, iba caminando delante de él, y gritaba: De tal honor es digno aquel a quien el rey quiere honrar.
Y el primero de los príncipes y grandes de la corte lleve asido del diestro el caballo, y marchando por la plaza de la ciudad publique en alta voz y diga: Así se honra al que el rey quiere honrar.
Portaos varonilmente todos vosotros los que tenéis puesta en el Señor vuestra esperanza, y tened buen ánimo.
Ahora, pues, alabo yo, Nabucodonosor, y ensalzo y glorifico al Rey del cielo; porque todas sus obras son verdaderas, y justos sus caminos; y puede él abatir a los soberbios.
Así es que cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.
Cuanto se ha engreído y regalado, dadle otro tanto de tormento y de llanto, ya que dice en su corazón: Estoy como reina sentada en solio, y no soy viuda, y no veré duelo.