que condujesen a su presencia a la reina Vasti con la corona puesta en la cabeza, para hacer ver su hermosura a todo el pueblo y señores; pues era de extremada belleza.
Ester 5:1 - Biblia Torres Amat 1825 Al tercer día se vistió Ester las vestiduras reales, y presentándose en la habitación interior del rey, se paró en la antecámara de la sala en que estaba el rey sentado en su trono, colocado en el fondo de la sala, frente a la puerta. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Aconteció que al tercer día se vistió Ester su vestido real, y entró en el patio interior de la casa del rey, enfrente del aposento del rey; y estaba el rey sentado en su trono en el aposento real, enfrente de la puerta del aposento. Biblia Nueva Traducción Viviente Al tercer día del ayuno, Ester se puso las vestiduras reales y entró en el patio interior del palacio, que daba justo frente a la sala del rey. El rey estaba sentado en su trono real, mirando hacia la entrada. La Biblia Textual 3a Edicion Al tercer día sucedió que Ester vistió sus atavíos reales, y se presentó en el patio interior de la casa del rey, frente a la cámara real, y el rey estaba sentado en su trono real, dentro de la cámara real, frente a la entrada del palacio.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al tercer día, Ester se puso sus vestiduras reales y se presentó en el atrio interior del palacio real, frente a la cámara del rey. El rey estaba sentado en su trono real, en su cámara real, frente a la puerta del palacio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que al tercer día se vistió Esther su vestido real, y se puso en el patio interior de la casa del rey, frente al aposento del rey; y el rey estaba sentado en su trono regio en el aposento real, frente de la puerta del aposento. |
que condujesen a su presencia a la reina Vasti con la corona puesta en la cabeza, para hacer ver su hermosura a todo el pueblo y señores; pues era de extremada belleza.
Moraba en la ciudad de Susán cierto varón judío llamado Mardoqueo, hijo de Jair, hijo de Semei, hijo de Cis, del linaje de Jémini,
Todos los criados del rey y todas las provincias sujetas a su imperio saben que cualquier hombre o mujer, que, sin ser llamados, entraren en el cuarto interior del rey, al punto sin remisión alguna deben ser muertos; a no ser que el rey extienda hacia ellos su cetro de oro en señal de clemencia, salvándoles así la vida. Esto supuesto, ¿cómo podré yo entrar al rey, habiéndose ya pasado treinta días que no he sido llamada a su presencia?
Anda enhorabuena y junta todos los judíos que hallares en Susán, y haced oración por mí; no comáis ni bebáis en tres días y en tres noches, que yo con mis criados ayunaré igualmente; y en seguida me presentaré al rey, contraviniendo la ley, pues entraré sin ser llamada, y exponiéndome al peligro y a la muerte.
Con esto Mardoqueo se retiró, e hizo todo lo que Ester le había ordenado.
Inmediatamente dijo el rey: ¿Quién está en la antecámara? Había entrado Amán en la antecámara más inmediata al cuarto del rey, para sugerirle que mandase colgar a Mardoqueo en el patíbulo ya preparado.
Entretanto Mardoqueo saliendo del palacio y de la audiencia del rey, iba rozagante, vestido a la manera del rey, esto es, de color de jacinto y de azul celeste, llevando en la cabeza una corona de oro, y cubierto de un manto de seda y de púrpu-ra. Y toda la ciudad hizo fiestas y regocijos.
Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, habéis de ser prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
Decidme si no, ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre vestido con lujo y afeminación? Ya sabéis que los que visten así, en palacios de reyes están.
Manda, pues, que se guarde el sepulcro hasta el tercer día; para que no vayan quizás de noche sus discípulos y lo hurten, y digan a la plebe: Ha resucitado de entre los muertos; y sea el último engaño peor que el primero.
para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.