Dijo después Caín a su hermano Abel: Salgamos fuera. Y estando los dos en el campo, Caín acometió a su hermano Abel y le mató.
Eclesiastés 4:10 - Biblia Torres Amat 1825 Si uno va a caer, el otro lo sostiene. Pero ¡ay del hombre que está solo!, pues si cae no tiene quién lo levante. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. Biblia Nueva Traducción Viviente Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas. Biblia Católica (Latinoamericana) Si uno cae, su compañero lo levantará. Pero, ay del que está solo si cae: nadie lo levantará. La Biblia Textual 3a Edicion Porque si caen, el uno levantará al otro; pero, ¡ay del que está solo! Cuando caiga no habrá quien que lo levante. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si caen, el uno levanta al otro; pero ¡ay del solo cuando cae! No tendrá quien lo levante. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque si caen, el uno levantará a su compañero. Pero ¡ay de aquel que está solo cuando cae! Pues no habrá segundo que lo levante. |
Dijo después Caín a su hermano Abel: Salgamos fuera. Y estando los dos en el campo, Caín acometió a su hermano Abel y le mató.
Acabados los siete días del luto, David la hizo venir a palacio, y la tomó por esposa; y ella le dio después un hijo. Mas esto que hizo David fue sumamente desagradable a los ojos del Señor.
Tenía tu sierva dos hijos, que riñeron entre sí en el campo, donde no había nadie que pudiese separarlos, y el uno hirió al otro, y lo mató.
Dijo después a Aarón: ¿Qué es lo que te ha hecho este pueblo, para que acarrearas sobre él tan enorme pecado?
Si duermen dos juntos, se calentarán mutuamente y defenderán del frío; uno solo, ¿cómo se calentará?
Mejor, es pues, vivir dos juntos que uno solo; porque es ventajoso el estar en compañía.
Hermanos míos, si alguno, como hombre que es, cayere desgraciadamente en algún delito, vosotros los que sois espirituales, al tal amonestadle e instruidle con espíritu de mansedumbre, haciendo cada uno reflexión sobre sí mismo, y temiendo caer también en la tenta-ción.
Pero en cuanto al tiempo y al momento de esta segunda venida de Jesucristo, no necesitáis, hermanos míos, que os escriba;
Asimismo, hermanos, os rogamos que tengáis especial consideración a los que trabajan entre vosotros, y os gobiernan en el Señor, y os instruyen,
Y supo David que Saúl había salido para quitarle la vida; por lo que se mantuvo en el desierto de Zif, escondido en el bosque.