y miel, y manteca de vacas, ovejas y terneros gordos; y lo dieron todo a David y a la gente que lo acompañaba, para que comiesen, persuadidos de que estarían todos acosados del hambre y la sed, hallándose en un desierto.
Eclesiastés 11:1 - Biblia Torres Amat 1825 Echa tu pan sobre las aguas corrientes, que al cabo de mucho tiempo lo hallarás. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. Biblia Nueva Traducción Viviente Envía tu grano por los mares, y a su tiempo recibirás ganancias. Biblia Católica (Latinoamericana) Lanza tu pan a la superficie del agua; después de un tiempo volverá a ti. La Biblia Textual 3a Edicion Echa tu pan° sobre las aguas, Porque después de muchos días lo hallarás. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lanza tu pan al agua: pasado un tiempo, lo encontrarás. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Echa tu pan sobre las aguas; que después de muchos días lo hallarás. |
y miel, y manteca de vacas, ovejas y terneros gordos; y lo dieron todo a David y a la gente que lo acompañaba, para que comiesen, persuadidos de que estarían todos acosados del hambre y la sed, hallándose en un desierto.
El impío trabaja en vano; mas el que siembra obras de justicia, tiene segura la cosecha.
Quien se compadece del pobre, da prestado al Señor, y éste se lo pagará con sus ganancias.
Quien es compasivo, será bendito; porque ha partido su pan por los pobres. Quien es dadivoso conseguirá victorias y honores, pues arrebata el corazón de los que reciben.
Siembra, pues, tu simiente desde la mañana de tu vida, y no levantes por la tarde tu mano de la labor, pues no sabes qué nacerá primero, si esto o aquello, que si naciere todo a un tiempo, tanto mejor.
Tiempo de ganar tiempo y tiempo de perder; tiempo de conservar y tiempo de arrojar.
¡Ay de ti, Sennaquerib, que saqueas a los otros! Que, ¿no serás tú también saqueado? Y tú que desprecias, ¿no serás también despreciado? Cuando acabes el saqueo, serás tú saqueado; cuando ya cansado dejes de menospreciar, serás tú menospreciado.
Mujeres opulentas, levantaos y escuchad mi voz; hijas que confiáis en las riquezas, prestad oídos a mis palabras.
Finalmente, al quinto año comeréis sus frutos, recogiendo cuantos produzcan. Yo soy el Señor Dios vuestro.
Que si la casa la merece, vendrá vuestra paz a ella; mas si no la merece, vuestra paz se volverá con vosotros.
Y cualquiera que diere de beber a uno de estos pequeñuelos un vaso de agua fresca solamente por razón de ser discípulo mío, os doy mi palabra que no perderá su recompensa.
Y el rey, en respuesta, les dirá: En verdad os digo: Siempre que lo hicisteis con algunos de estos mis más pequeños hermanos, conmigo lo hicisteis.
y serás afortunado, porque no pueden pagártelo, pues serás recompensado en la resurrección de los justos.
Lo que digo es que quien escasamente siembra, cogerá escasamente; y quien siembra a manos llenas, a manos llenas cogerá.
Deseamos que cada uno de vosotros muestre el mismo fervor hasta el fin para el cumplimiento o perfección de su esperanza,