Dos años después tuvo el faraón un sueño: Le parecía estar en la ribera del río Nilo,
Daniel 4:5 - Biblia Torres Amat 1825 Y tuve un sueño que me estremeció; y las ideas, y los fantasmas que me pasaron por la cabeza estando en cama, me llenaron de turbación. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron. Biblia Nueva Traducción Viviente Una noche tuve un sueño que me asustó; mientras estaba en la cama vi visiones que me aterraron. Biblia Católica (Latinoamericana) Al fin se presentó Daniel (llamado Baltasar según el nombre de mi Dios), quien tiene en sí el espíritu de los dioses santos. Le conté el sueño y le dije: La Biblia Textual 3a Edicion Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, me turbaron las imaginaciones y visiones de mi cabeza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego se presentó ante mí Daniel, llamado Baltasar en honor a mi dios, en quien reside la inspiración divina, y le conté el sueño: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vi un sueño que me espantó, y las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron en mi cama. |
Dos años después tuvo el faraón un sueño: Le parecía estar en la ribera del río Nilo,
Y el prefecto de los eunucos les puso los nombres siguientes: a Daniel el de Baltasar; a Ananías el de Sidrac; a Misael el de Misac, y a Azarías el de Abdénago.
En el año segundo de su reinado tuvo Nabucodonosor un sueño que dejó consternado su espíritu, y le huyó dicho sueño de la memoria.
Y les dijo el rey: He tenido un sueño; y perturbada mi mente, ya no sé lo que he visto.
He aquí la visión que tenía yo en mi cabeza, estando en mi cama: Me parecía ver un árbol en medio de la tierra, de extremada altura.
Esta visión tenía yo en la cabeza estando en la cama, cuando he aquí que el velador y santo ángel descendió del cielo;
Pero dejad en la tierra la cepa de sus raíces; y sea él atado con cadenas de hierro y de bronce entre las hierbas que están al descubierto; y sea bañado del rocío del cielo, y su vivienda sea con las fieras entre la hierba del campo.
Entonces Daniel, que era llamado Baltasar, se quedó pensativo y en silencio como una hora, y lo conturbaban sus pensamientos. Mas el rey tomó la palabra, y dijo: Baltasar, no te turbes por causa del sueño y de su explicación. A lo que respondió Baltasar diciendo: Ojalá, señor mío, que el sueño recaiga sobre los que te quieren mal, y sea para tus enemigos lo que él significa.
Mas la reina, con motivo de lo acaecido al rey y a sus cortesanos, entró en la sala del convite, y tomando la palabra, dijo: ¡Vive, oh rey, eternamente! No te conturben los pensamientos que tienes, ni se altere tu semblante.
Hay en tu reino un varón el cual tiene dentro de sí el espíritu de los santos dioses, y en tiempo de tu padre se manifestaron en él la ciencia y la sabiduría, por cuya causa el mismo rey Nabucodonosor tu padre lo constituyó jefe de los magos, de los encantadores, caldeos y agoreros; tu padre, digo, ¡oh rey!
En el año primero de Baltasar, rey de Babilonia, tuvo Daniel una visión en sueños; y la visión la tuvo su mente estando en su cama; y escribió el sueño, y le puso en pocas palabras, refiriéndolo en compendio de esta manera:
Aquí acabó el razonamiento. Yo Daniel, quedé muy conturbado con mis pensamientos, y se cambió el color de mi rostro; conservé en mi corazón esta visión admirable.