Tal es la suerte que al impío tiene Dios destinada, y tal la recompensa que recibirá por sus obras.
Daniel 4:24 - Biblia Torres Amat 1825 ésta es la interpretación de la sentencia del Altísimo, pronunciada contra el rey, mi señor: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey: Biblia Nueva Traducción Viviente »”Esto es lo que significa el sueño, su majestad, y lo que el Altísimo ha declarado que le sucederá a mi señor, el rey. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, oh rey, escucha mi consejo. Redime tus pecados practicando la justicia, y tus injusticias siendo bueno con los desgraciados; entonces te irá bien en todo. La Biblia Textual 3a Edicion ésta es la interpretación, oh rey, y la sentencia de Il•laya, que ha venido sobre mi señor el rey: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por tanto, ¡oh rey!, acepta mi consejo: redime tus pecados con obras de justicia y tus iniquidades con la compasión por los pobres; así se prolongará tu felicidad'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre el rey mi señor: |
Tal es la suerte que al impío tiene Dios destinada, y tal la recompensa que recibirá por sus obras.
Cayó el desprecio sobre los príncipes, y los hizo andar errantes por lugares desiertos, donde no había senda alguna.
Las estableció para que subsistiesen eternamente y por todos los siglos; les fijó un orden que observarán siempre.
Con la misericordia y la verdad se expía el pecado y con el temor del Señor se evita el mal.
La misericordia y la justicia aguardan al rey; y hace estable su trono la clemencia.
Atraviesa corriendo tu tierra como un río, ¡oh tú, hija del mar!: Ya no tienes más ceñidor o amparo.
Así queda resuelto por sentencia de los veladores o ángeles, y es cosa que han pedido los santos o justos, hasta que conozcan los mortales que el Altísimo tiene dominio sobre el reino de los hombres, y lo dará a aquel que bien le pareciere, y pondrá sobre él, si quiere, al más abatido de los mortales.
Entonces Daniel, que era llamado Baltasar, se quedó pensativo y en silencio como una hora, y lo conturbaban sus pensamientos. Mas el rey tomó la palabra, y dijo: Baltasar, no te turbes por causa del sueño y de su explicación. A lo que respondió Baltasar diciendo: Ojalá, señor mío, que el sueño recaiga sobre los que te quieren mal, y sea para tus enemigos lo que él significa.
El altísimo Dios ha obrado conmigo portentos y maravillas. Por eso, pues, he querido publicar