El pueblo de Sión morará en Jerusalén ; enjugarás tus lágrimas, ¡oh pueblo fiel! El Señor, apiadándose de ti, usará contigo de misericordia; al momento que oyere la voz de tu clamor, te responderá benigno.
Daniel 12:12 - Biblia Torres Amat 1825 Bienaventurado el que espero y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Benditos sean los que esperen y permanezcan hasta el fin de los 1335 días! Biblia Católica (Latinoamericana) Feliz el que se mantenga en pie y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. La Biblia Textual 3a Edicion Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bienaventurado el que espere y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bienaventurado el que espere, y llegue hasta mil trescientos treinta y cinco días. |
El pueblo de Sión morará en Jerusalén ; enjugarás tus lágrimas, ¡oh pueblo fiel! El Señor, apiadándose de ti, usará contigo de misericordia; al momento que oyere la voz de tu clamor, te responderá benigno.
Y concluidos estos días dormirás otra vez, y dormirás sobre tu lado derecho, y llevarás la pena de la iniquidad de la casa de Judá por cuarenta días, día por año, pues por cada año te he señalado un día.
Y le respondió: Por espacio de dos mil trescientos días enteros, o de tarde y mañana, y después será purificado el santuario.
Porque si el haber sido ellos desechados ha sido ocasión de la reconciliación del mundo, ¿qué será su restablecimiento o conversión, sino resurrección de muerte a vida?
Entretanto yo daré orden a dos testigos míos, y harán oficio de profetas, cubiertos de sacos, o hábitos de penitencia, por espacio de mil doscientos sesenta días.
Entretanto se trabó una batalla grande en el cielo: Miguel y sus ángeles peleaban contra el dragón, y el dragón con sus ángeles lidiaba contra él.
Se le dio así mismo una boca que hablase cosas altaneras y blasfemias; y se le dio facultad de obrar así por espacio de cuarenta y dos meses.
Luego vi unos tronos, y varios personajes que se sentaron en ellos, y se les dio la potestad de juzgar; y vi las almas de los que habían sido degollados por la confesión de Jesús y por la palabra de Dios, y los que no adoraron la bestia, ni a su imagen, ni recibieron su marca en las frentes, ni en las manos, que vivieron y reinaron con Cristo mil años.