Y se retiró a toda prisa, porque se le conmovieron las entrañas a causa de su hermano, y se le saltaban las lágrimas; y entrando en su gabinete, prorrumpió en llanto.
Cantares 5:4 - Biblia Torres Amat 1825 Alcé, pues, la aldaba de mi puerta para que entrase mi amado; pero él se había ya retirado, y seguido adelante. Mi alma había quedado desmayada al eco de su voz; lo busqué, mas no lo hallé; lo llamé a voces, y no me respondió. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mi amado metió su mano por la ventanilla, Y mi corazón se conmovió dentro de mí. Biblia Nueva Traducción Viviente Mi amante trató de abrir el cerrojo de la puerta, y mi corazón se estremeció dentro de mí. Biblia Católica (Latinoamericana) Mi amado metió la mano por la cerradura;
¡cómo se me estremeció el corazón!' La Biblia Textual 3a Edicion Mi amado extendió° su mano a través del resquicio,° Y mis entrañas se conmovieron por él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi amado puso su mano en el resquicio, y mis entrañas se estremecieron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi amado metió su mano por la ventanilla de la puerta, y mis entrañas se conmovieron dentro de mí. |
Y se retiró a toda prisa, porque se le conmovieron las entrañas a causa de su hermano, y se le saltaban las lágrimas; y entrando en su gabinete, prorrumpió en llanto.
A los seiscientos años de la vida de Noé , en el mes segundo, a diecisiete días del mismo mes, se rompieron todas las fuentes o depósitos del grande abismo de los mares, y se abrieron las cataratas del cielo,
Mas entonces la mujer que era madre del hijo vivo, clamó al rey (porque se le conmovieron sus entrañas por amor a su hijo): Dale, te ruego, oh señor, a ella vivo el niño, y no lo mates. Al contrario decía la otra: Ni sea mío ni tuyo, sino divídase.
Contigo está el principado el día de tu poderío, en medio de los resplandores de la santidad; de mis entrañas te engendré, antes de existir el lucero de la mañana.
Negra soy, o morena, hija de Jerusalén , pero soy bien parecida; soy como las tiendas de Cedar, como los pabellones de Salomón .
¿No es Efraín para mí el hijo querido, el niño que yo he criado con ternura? Desde que yo le he hablado, le traigo siempre en la memoria; por eso se han conmovido por amor suyo mis entrañas. Y tendré para con él entrañas de misericordia, dice el Señor.
Y una mujer llamada Lidia, que comerciaba en púrpura o grana, natural de Tiatira, temerosa de Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para recibir bien las cosas que Pablo decía.
Pero gracias a Dios, que ha inspirado en el corazón de Tito este mismo celo mío por vosotros.
Pues Dios es el que obra o produce en vosotros por un puro efecto de su buena voluntad, no sólo querer, sino ejecutar.