Por otra parte verdaderamente también es hermana mía, hija o nieta de mi padre, pero no de mi madre, y yo me casé con ella.
Cantares 4:9 - Biblia Torres Amat 1825 Son tus labios, ¡oh esposa mía!, un panal que destila miel; miel y leche tienes debajo de la lengua; y es el olor de tus vestidos como olor de suavísimo incienso. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; Has apresado mi corazón con uno de tus ojos, Con una gargantilla de tu cuello. Biblia Nueva Traducción Viviente Has cautivado mi corazón, tesoro mío, esposa mía. Lo tienes como rehén con una sola mirada de tus ojos, con una sola joya de tu collar. Biblia Católica (Latinoamericana) Me robaste el corazón,
hermana mía, novia mía,
me robaste el corazón
con una sola mirada tuya,
con una sola de las perlas de tu collar. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Has arrebatado mi corazón,° Hermana mía y esposa mía! ¡Has arrebatado mi corazón, Con una sola mirada° de tus ojos, Con una sola gargantilla de tu collar! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me has raptado el corazón, hermana, novia mía me has raptado el corazón con una de tus miradas, con una sarta del collar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cautivaste mi corazón, hermana mía, esposa mía; Cautivaste mi corazón con uno de tus ojos, con una cadenilla de tu cuello. |
Por otra parte verdaderamente también es hermana mía, hija o nieta de mi padre, pero no de mi madre, y yo me casé con ella.
Y luego se quitó el anillo del dedo y se lo puso a José, y le vistió de una ropa talar de lino finísimo, y le puso alrededor del cuello un collar de oro.
Hijas de reyes son tus damas de honor; a tu diestra está la reina con vestido bordado de oro, y engalanada con varios adornos.
Ellas serán para ti como una corona para tu cabeza, y como un collar precioso para tu cuello.
Tú sí, amado mío, que eres el hermoso y el agraciado. De flores es nuestro lecho,
¡Qué hermosa eres, amiga mía, qué hermosa eres! Como de paloma, así son vivos y brillantes tus ojos, además de lo que dentro se oculta. Tus cabellos dorados y finos, como el pelo de los rebaños de cabras que vienen del monte Galaad.
Nardo y azafrán, caña aromática y cinamomo, con todos los árboles odoríferos del Líbano; la mirra y el áloe con todos los aromas más exquisitos.
¿Qué podréis ver en la Sulamita sino coros de música en medio de escuadrones armados? ¡Oh hermosa Princesa, y con qué gracia andan esos tus pies colocados en tan rico calzado! Las junturas de tus muslos son como goznes o charnelas, labrados de mano maestra.
Como dos mitades de granada, así son tus mejillas encubiertas por el velo.
Levantémonos de mañana para ir a las viñas, miremos si están en cierne las vides, si las flores brotan ya los frutos, si florecen los granados; allí te abriré con más libertad mi corazón.
Pues será tu dueño y esposo aquel Señor que te ha creado, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos; y tu redentor, el Santo de Israel, será llamado el Dios de toda la tierra.
pues al modo que vive en paz y alegría un mancebo con la doncella que escogió para esposa, así tus hijos morarán en ti, y como el gozo del esposo y de la esposa así serás tú el gozo de tu Dios.
Y te engalané con ricos adornos, y puse brazaletes en tus manos y un collar alrededor de tu cuello.
Y pasé junto a ti, y te vi, y estabas tú ya entonces en la edad de los amores, o en la pubertad, y extendí yo sobre ti la punta de mi manto y cubrí tu ignominia, y te hice un juramento, e hice contigo un contrato, dice el Señor Dios, y desde entonces fuiste mía.
Gritó, pues, en alta voz el rey que hiciesen venir los magos, y los caldeos, y los adivinos. Y comenzó el rey a decir a los sabios de Babilonia: Cualquiera que leyere esta escritura, y me declare su significado, será revestido de púrpura, y llevará collar de oro en su cuello, y será la tercera persona de mi reino.
Está en medio de ti el Señor, el Dios tuyo, el fuerte; él te salvará; en ti hallará él su gozo y su alegría, será constante en amarte, se regocijará, y celebrará tus alabanzas.
Porque cualquiera que hiciere la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
El esposo es aquel que tiene la esposa; mas el amigo del esposo, que está para asistirle y atender a lo que dispone, se llena de gozo con oír la voz del esposo. Mi gozo, pues, es ahora completo.
¿Por ventura no tenemos también facultad de llevar en los viajes alguna mujer hermana en Jesucristo, para que nos asista, como hacen los demás apóstoles, y los hermanos o parientes del Señor, y el mismo Cefas, o Pedro?
ya que soy amante celoso de vosotros y celoso en nombre de Dios. Pues que os tengo desposados con este único esposo, que es Cristo , para presentaros a él como una pura y casta virgen.
Ahora, pues, yo, Juan, vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén , descender del cielo por la mano de Dios, compuesta, como una novia engalanada para su esposo.