Le replicó el Señor: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano está clamando a mí desde la tierra.
Apocalipsis 6:9 - Biblia Torres Amat 1825 Y clamaban a grandes voces, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor (tú que eres santo y veraz), difieres hacer justicia y vengar nuestra sangre contra los que habitan en la tierra? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de todos los que habían muerto como mártires por causa de la palabra de Dios y por haber sido fieles en su testimonio. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando abrió el quinto sello, divisé debajo del altar las almas de los que fueron degollados a causa de la palabra de Dios y del testimonio que les correspondía dar. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar° las almas° de los que habían sido asesinados por causa de la palabra de Dios y por causa del testimonio que tenían. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando abrió el quinto sello, vi al pie del altar las almas de los que habían sido degollados por causa de la palabra de Dios y del testimonio que mantuvieron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que ellos tenían. |
Le replicó el Señor: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano está clamando a mí desde la tierra.
Y tomando de la sangre del becerro, la pondrás con tu dedo mojado en ella sobre las puntas de las esquinas del altar, y derramarás al pie de su basa el resto de la sangre.
y teñirá con la misma las puntas del altar de los pefumes gratísimos al Señor, colocado en el Tabernáculo del Testimonio; pero toda la sangre restante la verterá en la basa del altar de los holocaustos, a la entrada del Tabernáculo.
Os echarán de las sinagogas; y aun va a venir tiempo en que quien os matare, creerá hacer un obsequio a Dios.
En esta confianza que tenemos, preferimos más ser separados del cuerpo, a fin de gozar de la vista del Señor.
pues me hallo estrechado por ambos lados, tengo deseos de verme libre de las ataduras de este cuerpo, y estar con Cristo , lo cual es sin comparación mejor para mí;
Pues aun cuando yo haya de derramar mi sangre a manera de libación sobre el sacrificio, y víctima de vuestra fe, me gozo, y me congratulo con todos vosotros.
El cual nos libertó y llamó con su santa vocación, no por obras nuestras, sino por su beneplácito y por la gracia que nos ha sido otorgado en Jesucristo antes de todos los siglos,
y a Jesús mediador de la nueva alianza, y a la aspersión de aquella su sangre que habla mejor que la de Abel.
Bienaventurado el que lee con respeto, y escucha con docilidad las palabras de esta profecía, y observa las cosas escritas en ella, pues el tiempo de cumplirse está cerca.
Un día de domingo fui arrebatado en espíritu, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,
Salió también del altar otro ángel, el cual tenía poder sobre el fuego, y clamó en alta voz al que tenía la hoz aguzada, diciendo: Mete tu hoz aguzada, y vendimia los racimos de la viña de la tierra, pues que sus uvas están ya maduras.
Y a otro oí que decía desde el altar: Sí, por cierto, Señor Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son tus juicios.
Yo me arrojé luego a sus pies, para adorarle. Mas él me dijo: Guárdate de hacerlo, que yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos, los que mantienen el testimonio de Jesús . A Dios has de adorar. Porque el espíritu de profecía que hay en ti es el testimonio de Jesús .
Sin embargo, algo tengo contra ti, y es que tienes ahí secuaces de la doctrina de Balaam , el cual enseñaba al rey Balac a poner escándalo o tropiezo a los hijos de Israel, para que cayesen en pecado comiendo y cometiendo la fornicación,
Luego vi unos tronos, y varios personajes que se sentaron en ellos, y se les dio la potestad de juzgar; y vi las almas de los que habían sido degollados por la confesión de Jesús y por la palabra de Dios, y los que no adoraron la bestia, ni a su imagen, ni recibieron su marca en las frentes, ni en las manos, que vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Y el humo de los perfumes o aromas encendidos de las oraciones de los santos subió por la mano del ángel al acatamiento de Dios.
la cual decía al sexto ángel, que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles del abismo, que están ligados en el gran río Eufrates.