Visión profética que tuvo Isaías, hijo de Amós, en orden a las cosas de Judá y de Jerusalén , en tiempo de Ozías, de Joatán, de Acaz y de Ezequías , reyes de Judá.
Apocalipsis 22:20 - Biblia Torres Amat 1825 El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente yo vengo luego. ¡Amén!. Ven, ¡oh Señor Jesús ! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. Biblia Nueva Traducción Viviente Aquel que es el testigo fiel de todas esas cosas dice: «¡Sí, yo vengo pronto!». ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! Biblia Católica (Latinoamericana) El que da fe de estas palabras dice: 'Sí, vengo pronto.
Amén. Ven, Señor Jesús. La Biblia Textual 3a Edicion El que da testimonio de estas cosas dice: ¡Sí, vengo pronto! ¡Amén, sí, ven Señor Jesús! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dice el que da fe de estas cosas: 'Sí, vengo pronto'. Amén. 'Ven, Señor Jesús'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente vengo en breve. Amén, así sea. Ven: Señor Jesús. |
Visión profética que tuvo Isaías, hijo de Amós, en orden a las cosas de Judá y de Jerusalén , en tiempo de Ozías, de Joatán, de Acaz y de Ezequías , reyes de Judá.
Porque reposará la mano del Señor sobre este monte santo de Sión, y debajo de él será desmenuzado Moab y demás enemigos nuestros, así como la paja que se trilla debajo de un carro falcado.
Muchas otras cosas hay que hizo Jesús , que si se escribieran una por una, me parece que no cabrían en el mundo los libros que se habrían de escribir.
Porque Demas me ha desamparado por el amor de este siglo, y se ha ido a Tesalónica;
Entretanto el justo mío, añade el Señor, vivirá por la fe; pero si desertare, no será agradable sino aborrecible a mi alma.
Porque no teniendo la ley más que la sombra de los bienes futuros, y no la realidad misma de las cosas, no puede jamás por medio de las mismas víctimas, que no cesan de ofrecerse todos los años, hacer justos y perfectos a los que se acercan al altar y sacrifican;
Escribe, pues las cosas que has visto, tanto las que son, como las que han de suceder después de éstas.
Bienaventurado el que lee con respeto, y escucha con docilidad las palabras de esta profecía, y observa las cosas escritas en ella, pues el tiempo de cumplirse está cerca.
El que tiene oído, escuche lo que dice el Espíritu a las iglesias: Al que venciere le daré yo a comer un maná recóndito, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita esculpido un nombre nuevo, que nadie lo sabe, sino aquel que le recibe.
Me dijo también: No selles las palabras de la profecía de este libro, pues el tiempo está cerca.
Mirad que vengo luego, y traigo conmigo mi galardón, para recompensar a cada uno según sus obras.
Ahora bien, yo protesto a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro, que si alguno añadiere a ellas cualquier cosa, Dios descargará sobre él las plagas escritas en este libro.
Mas he aquí, dice el Señor, que yo vengo a toda prisa. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.