Y el cíngulo de sus lomos será la justicia; y la fe el cinturón con que se ceñirá su cuerpo.
Apocalipsis 2:16 - Biblia Torres Amat 1825 El que tiene oído, escuche lo que dice el Espíritu a las iglesias: Al que venciere le daré yo a comer un maná recóndito, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita esculpido un nombre nuevo, que nadie lo sabe, sino aquel que le recibe. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. Biblia Nueva Traducción Viviente Arrepiéntete de tu pecado, o de lo contrario, vendré a ti de repente y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. Biblia Católica (Latinoamericana) Recupérate, pues si no iré pronto donde ti para combatir a esa gente con la espada de mi boca. La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, arrepiéntete, pues si no, iré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así, pues, conviértete. Si no, voy a ti en seguida y lucharé con ellos con la espada de mi boca'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Arrepiéntete, porque si no, vendré pronto a ti, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. |
Y el cíngulo de sus lomos será la justicia; y la fe el cinturón con que se ceñirá su cuerpo.
E hizo mi boca o mis palabras como una aguda espada; bajo la sombra de su mano me cobijó; e hizo de mí como una saeta bien afilada, y me ha tenido guardado dentro de su aljaba.
Tomad también el yelmo de la salud; y empuñad la espada espiritual o del espíritu (que es la palabra de Dios);
a aquel inicuo que vendrá con el poder de Satanás, con toda suerte de milagros, de señales y de prodigios falsos,
Y así que le vi, caí a sus pies como muerto. Mas él puso su diestra sobre mí, diciendo: No temas. Yo soy el primero y el último, o principio y fin de todo;
Y los hombres, abrasándose con el calor excesivo, blasfemaron el Nombre de Dios que tiene en su mano estas plagas, en vez de hacer penitencia para darle gloria.
Y de la boca de él salía una espada de dos filos, para herir con ella a las gentes. Y él las ha de gobernar con cetro de hierro; y él mismo pisa el lagar del vino del furor de la ira del Dios omnipotente.
Mientras los demás fueron muertos con la espada que sale de la boca del que estaba montado en el caballo blanco; y todas las aves se hartaron de la carne de ellos.
Bien sé que habitas en un lugar donde Satanás tiene su asiento y mantienes no obstante mi Nombre, y no has negado mi fe, aun en aquellos días en que Antipas, testigo mío fiel, fue martirizado entre vosotros donde Satanás mora.
Pero tienes esto de bueno, que aborreces las acciones de los nicolaítas, que yo también aborrezco.
El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente yo vengo luego. ¡Amén!. Ven, ¡oh Señor Jesús !
Mas he aquí, dice el Señor, que yo vengo a toda prisa. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
He aquí que estoy a la puerta de tu corazón, y llamo; si alguno escuchare mi voz y me abriere la puerta, entraré a él, y con él cenaré, y él conmigo.