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Apocalipsis 12:4 - Biblia Torres Amat 1825

En esto parió un hijo varón, el cual había de regir todas las naciones con cetro de hierro; y este hijo fue arrebatado para Dios y para su solio.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas en el cielo y las arrojó a la tierra. Cuando la mujer estaba a punto de dar a luz, el dragón se paró delante de ella, listo para devorar al bebé en cuanto naciera.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

con su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo, precipitándolas sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz para devorar a su hijo en cuanto naciera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó a la tierra.° Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba a punto de dar a luz, a fin de devorar° a su hijo cuando ella° diera a luz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo y las arroja a la tierra. El dragón se detuvo ante la mujer que estaba a punto de alumbrar, para devorar a su hijo en cuanto lo diese a luz.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.

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Lòt tradiksyon



Apocalipsis 12:4
22 Referans Kwoze  

este precepto: Cuando asistiereis a las hebreas en sus partos, al momento que salga la criatura, si fuere varón matadle, si hembra, dejadla vivir.


Aquel día la viña del vino rico le cantará alabanzas.


Vosotros sois hijos del diablo, y así queréis satisfacer los deseos de vuestro padre; él fue homicida desde el principio ; y, nunca ha estado firme en la verdad; y así no hay verdad en él; cuando dice mentira, habla como quien es, por ser de suyo mentiroso y padre de la mentira.


Resistidle firmes en la fe, sabiendo que la misma tribulación padecen vuestros hermanos, cuantos hay en el mundo.


Pero éstos fueron los más débiles, y después no quedó ya para ellos lugar alguno en el cielo.


Entonces oí una voz sonora en el cielo que decía: He aquí el tiempo de salvación, de la potencia, y del reino de nuestro Dios, y del poder de su Cristo ; porque ha sido ya precipitado del cielo el acusador de nuestros hermanos, que los acusaba día y noche ante la presencia de nuestro Dios.


Esta bestia que vi, era semejante a un leopardo, y sus pies como los de oso, y su boca como la de león. Y le dio el dragón su fuerza y su gran poder.


Y adoraron al dragón, que dio el poder a la bestia; también adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién hay semejante a la bestia?, y ¿quién podrá lidiar con ella?


Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos en figura de ranas;


En fin, la mujer que viste, es aquella ciudad grande, que tiene imperio sobre los reyes de la tierra.


Y agarró al dragón, esto es, a aquella serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y le encadenó por mil años.


Y el nombre de la estrella es Ajenjo; y así la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, o tomó su mal gusto; con lo que muchos hombres murieron a causa de las aguas, porque se hicieron amargas.


Después tocó la trompeta el cuarto ángel; y quedó herida de tinieblas la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, de tal manera que se oscurecieron en su tercera parte, y así quedó privado el día de la tercera parte de su luz, y lo mismo la noche.


Entonces miré, y oí la voz de un águila que iba volando por medio del cielo, y diciendo a grandes gritos: ¡Ay, ay, ay, de los moradores de la tierra, por causa del sonido de las trompetas que los otros tres ángeles han de tocar!


El segundo ángel tocó también la trompeta; y al momento se vio caer en el mar como un gran monte, todo de fuego, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre;


y murió la tercera parte de las criaturas que vivían en el mar, y pereció la tercera parte de las naves.


Y el tercer ángel tocó la trompeta; y cayó del cielo una gran estrella o cometa, ardiendo como una tea, y vino a caer en la tercera parte de los ríos y en los manantiales de las aguas.


por rey al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abaddón, en griego Apollyon.


Entretanto los demás hombres, que no perecieron con estas plagas, no por eso hicieron penitencia de las obras de sus manos, con dejar de adorar a los demonios y a los simulacros de oro, y de plata, y de bronce, y de piedra, y de madera, que ni pueden ver, ni oír, ni andar;