Y sucedió que cuando el Señor quiso arrebatar al cielo a Elías en un torbellino de fuego, venían Elías y Eliseo caminando de Gálgala.
Apocalipsis 11:12 - Biblia Torres Amat 1825 Y en aquella hora se sintió un gran terremoto, con que se arruinó la décima parte de la ciudad; y perecieron en el terremoto siete mil personas; y los demás entraron en miedo, y dieron gloria al Dios del cielo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego una fuerte voz del cielo llamó a los dos profetas: «¡Suban aquí!». Entonces ellos subieron al cielo en una nube mientras sus enemigos los veían. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces una voz poderosa les gritó desde el cielo: 'Suban. Y subieron al cielo en medio de la nube a la vista de sus enemigos. La Biblia Textual 3a Edicion Y oyeron una gran voz procedente del cielo, que les decía: ¡Subid acá! Y subieron al cielo en la nube,° y los contemplaron sus enemigos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Oyeron entonces una gran voz del cielo que les decía: 'Subid acá'. Y subieron al cielo en la nube, en presencia de sus enemigos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron. |
Y sucedió que cuando el Señor quiso arrebatar al cielo a Elías en un torbellino de fuego, venían Elías y Eliseo caminando de Gálgala.
Así proseguían su camino andando y hablando entre sí, cuando he aquí que un carro de fuego, con caballos también de fuego separó de repente al uno del otro, y Elías subió al cielo en un torbellino.
se acercaron a Eliseo los hijos de los profetas que moraban allí y le dijeron: ¿No sabes tú que hoy el Señor se llevará a tu amo? Sí, lo sé, respondió él; pero callad.
y los fueron siguiendo cincuenta de los hijos de los profetas, los cuales se detuvieron a lo lejos en frente de ellos, mientras que los dos se pararon en la orilla del Jordán.
Lo verá el pecador, y se irritará; rechinará los dientes, y se consumirá; pero los deseos y esfuerzos de los pecadores se desvanecerán como el humo.
¡Ah, Señor!, ¿quién morará en tu celestial tabernáculo?; ¿o quién descansará en tu santo monte?
Obra algún prodigio a favor mío, para que los que me aborrecen, vean con confusión suya, cómo tú, ¡oh Señor!, me has socorrido y consolado.
y trastornó las ruedas de los carros, los cuales caían precipitados al profundo del mar. Por lo que dijeron los egipcios: Huyamos de Israel, pues el Señor pelea por él contra nosotros.
Callen ante mí las islas, y tomen nuevas fuerzas las gentes; acérquense, y hablen después, y entremos juntos en juicio:
Y vosotros cambiaréis entonces de parecer, y conoceréis la diferencia que hay entre el justo y el impío, y entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
Y cuando estaba en los tormentos, levantando los ojos vio a lo lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno,
Dicho esto, se fue elevando a vista de ellos por los aires, hasta que una nube le encubrió a sus ojos.
Y la mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por espacio de mil doscientos sesenta días.
Al punto fui elevado o arrebatado en espíritu, y vi un solio colocado en el cielo, y un personaje sentado en el solio.