Y estableceré mi pacto entre mí y entre ti, y entre tu posteridad después de ti en la serie de sus generaciones, con alianza sempiterna; para ser yo el Dios tuyo, y de la posteridad después de ti.
2 Samuel 7:24 - Biblia Torres Amat 1825 Pues tú escogiste a Israel para que fuese para siempre tu pueblo; y tú, ¡ah Señor Dios!, quisiste hacerte su Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque tú estableciste a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, oh Jehová, fuiste a ellos por Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Hiciste de Israel tu pueblo para siempre y tú, oh Señor, llegaste a ser su Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Tú estableciste a tu pueblo Israel para que fuera tu pueblo para siempre, y tú, Yavé, llegaste a ser su Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y has establecido a tu pueblo, Israel, como pueblo tuyo para siempre, y Tú, oh YHVH, has llegado a ser su Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tú confirmaste a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre, de forma que tú, Yahveh, seas su Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque tú te has confirmado a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, oh Jehová, fuiste a ellos por Dios. |
Y estableceré mi pacto entre mí y entre ti, y entre tu posteridad después de ti en la serie de sus generaciones, con alianza sempiterna; para ser yo el Dios tuyo, y de la posteridad después de ti.
A este fin te daré a ti y a tus descendientes la tierra en que estás ahora como peregrino, toda la tierra de Canaán en posesión perpetua y seré el Dios de ellos.
Y ¿qué nación hay sobre la tierra comparable a tu pueblo de Israel, al cual tú has ido a rescatar para hacer de él un pueblo tuyo, en el cual has engrandecido tu nombre con las maravillas obradas en favor suyo, y en cuya presencia has hecho tan espantosos prodigios para sacarle de la esclavitud de Egipto, y castigar a aquella tierra, su gente y su dios o rey?
Ahora, pues, ¡oh Señor Dios!, mantén siempre viva la promesa que has hecho a tu siervo para él y para su casa, y hazlo como has dicho;
Y estableciste por pueblo tuyo para siempre a tu pueblo de Israel; y tú Señor, has venido a ser su Dios.
Porque aquí está Dios, el Dios nuestro, para siempre y por los siglos de los siglos. El nos gobernará eternamente.
El Señor es la fortaleza mía, y el objeto de mis alabanzas, porque El ha sido mi Salvador . Este es mi Dios, y yo publicaré su gloria: el Dios de mis padres, a quien he de ensalzar.
Yo os adoptaré por pueblo mío y seré vuestro Dios, y conoceréis que Yo soy el Señor Dios vuestro que os habré sacado del yugo de los egipcios,
En aquel tiempo, dice el Señor, yo seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellas serán mi pueblo.
Mas ésta será la nueva alianza que yo haré, dice el Señor, con la casa de Israel, después que llegue aquel tiempo: Imprimiré mi ley en sus entrañas, y la grabaré en sus corazones; y yo seré su Dios, y ellos serán el pueblo mío.
Mas algún día el número de los hijos del verdadero Israel será como el de las arenas del mar, que no tienen medida ni guarismo. Y sucederá que donde se les haya dicho a ellos: Vosotros no sois mi pueblo, se les dirá: Vosotros sois hijos del Dios vivo.
Y a esta tercera parte la haré pasar por el fuego, y la purificaré como se purifica la plata, y la acrisolaré como es acrisolado el oro. Ellos invocarán mi Nombre, y yo los escucharé propicio. Yo diré: Pueblo mío eres tú; y él dirá: Tú eres mi Dios y Señor.
Pero a todos los que le recibieron, que son los que creen en su nombre, les dio poder de llegar a ser hijos de Dios.
Y asimismo el Señor te ha escogido hoy nuevamente para que seas un pueblo peculiar suyo, como te lo tiene dicho, y guardes todos sus mandamientos;
Dijeron además Moisés y los sacerdotes del linaje de Leví a todo Israel: Atiende y escucha, oh Israel: Hoy has sido constituido pueblo del Señor Dios tuyo:
¿Así correspondes al Señor, pueblo necio e insensato? ¿Por ventura no es él tu padre, que te rescató, que te hizo y te crió?
Por esto, queridos míos, os suplico que como extranjeros y peregrinos, que sois en este mundo, os abstengáis de los deseos carnales, que combaten contra el alma,