y echándome sobre él (mientras estén todos cansados y desmayados), le derrotaré; y luego que huyere toda la gente que tiene consigo, quedará el rey desamparado y acabaré con él.
2 Samuel 4:1 - Biblia Torres Amat 1825 Cuando Isboset, hijo de Saúl, oyó que Abner había perecido en Hebrón, desmayó su corazón y todo Israel quedó consternado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Luego que oyó el hijo de Saúl que Abner había sido muerto en Hebrón, las manos se le debilitaron, y fue atemorizado todo Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Is-boset, el hijo de Saúl, se enteró de la muerte de Abner en Hebrón, se acobardó y todo Israel quedó paralizado de miedo. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando el hijo de Saúl supo que Abner había sido asesinado en Hebrón, se le cayeron los brazos y todo Israel se estremeció. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando el hijo de Saúl° supo que Abner había muerto en Hebrón, sus manos se debilitaron y todo Israel fue turbado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Isbaal, hijo de Saúl, se enteró de la muerte de Abner en Hebrón, desfallecieron sus manos y todo Israel quedó consternado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Luego que oyó el hijo de Saúl que Abner había sido muerto en Hebrón, sus manos se le debilitaron, y fue atemorizado todo Israel. |
y echándome sobre él (mientras estén todos cansados y desmayados), le derrotaré; y luego que huyere toda la gente que tiene consigo, quedará el rey desamparado y acabaré con él.
Entretanto Abner, hijo de Ner, capitán general del ejército de Saúl, tomó a Isboset, hijo de Saúl, y lo paseó por todo el campamento;
Vuelto Abner a Hebrón, lo llamó Joab aparte, llevándolo al medio de la puerta, o juzgado de la ciudad, con pretexto de hablarle, urdida ya la traición; y allí le hirió en una ingle, y lo mató para vengar la sangre de Asael, su hermano.
De aquí resultó que la gente de aquella tierra inquietaba a los obreros del pueblo de Judá, y le estorbaba la construcción.
La verdad es que todos ellos tiraban a meternos miedo, imaginándose que alzaríamos la mano de la obra, y la abandonaríamos. Pero yo por lo mismo cobré más aliento.
y serán quebrantados. Se verán agitados de tormentos y dolores, y gemirán como mujer que está de parto; cada uno quedará atónito mirando a su vecino; sus rostros se pondrán secos.
Decid a los pusilánimes: ¡Ea! buen ánimo, y no temáis; mirad a vuestro Dios que viene a ejecutar una justa venganza. Dios mismo en persona vendrá, y os salvará.
Oyó el rey de Babilonia la fama de ellos, y quedó sin aliento, y oprimido de angustia y de dolor como mujer que está de parto.
Oído hemos su fama, dicen los judíos, y se nos han caído los brazos; nos ha sorprendido la tribulación, y dolores como de mujer que está de parto.
En aquel día se dirá a Jerusalén : No temas; y a Sión: No hay que desmayar.