El segundo fue Banaías, hijo de Joíada, varón fortísimo, de grandes hazañas, natural de Cabseel; éste destrozó a los dos terribles leones de Moab; y en tiempo de una nevada bajó a una cisterna, y allí mató a un fuerte león.
2 Samuel 23:21 - Biblia Torres Amat 1825 Este mismo quitó la vida a un egipcio, varón de prodigiosa estatura, que tenía una lanza en la mano. Yendo, pues, contra él, con un palo, le arrancó a viva fuerza la lanza de la mano, y lo mató con ella. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 También mató él a un egipcio, hombre de gran estatura; y tenía el egipcio una lanza en su mano, pero descendió contra él con un palo, y arrebató al egipcio la lanza de la mano, y lo mató con su propia lanza. Biblia Nueva Traducción Viviente Otra vez, armado solamente con un palo, mató a un imponente guerrero egipcio que estaba armado con una lanza. Benaía arrebató la lanza de la mano del egipcio y lo mató con ella. Biblia Católica (Latinoamericana) También derrotó a un egipcio muy alto; el egipcio tenía en su mano una lanza, Benaías avanzó contra él con un garrote. Le quitó la lanza de la mano al egipcio y lo mató con su propia lanza. La Biblia Textual 3a Edicion También mató a un egipcio de enorme estatura. El egipcio traía una lanza en la mano, y Benaía° fue contra él con un cayado, y arrebatando la lanza de mano del egipcio, lo mató con su propia lanza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Además, mató a un egipcio de gran estatura. Tenía el egipcio en su mano una lanza. Bajó contra él con un bastón, arrancó la lanza de manos del egipcio y con su propia lanza lo mató. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y mató a un egipcio, hombre de grande estatura; y tenía el egipcio una lanza en su mano; pero descendió contra él con un palo, y arrebató la lanza de la mano del egipcio y lo mató con su propia lanza. |
El segundo fue Banaías, hijo de Joíada, varón fortísimo, de grandes hazañas, natural de Cabseel; éste destrozó a los dos terribles leones de Moab; y en tiempo de una nevada bajó a una cisterna, y allí mató a un fuerte león.
Mató también él mismo a un egipcio, cuya estatura era de cinco codos, y que tenía una lanza semejante al rodillo de un telar. Arremetió, pues, contra él con un palo, y le arrebató la lanza que tenía en la mano, y con esta misma lanza lo mató.
Y despojando con esto a los principados y potestades infernales, los sacó valerosamente en público, y los llevó delante de sí, triunfando sobre ellos en su propia persona, o por su pasión y muerte.
fue corriendo y se echó encima del filisteo, le quitó la espada, la desenvainó, y acabándole de matar, le cortó la cabeza. Viendo, pues, los filisteos muerto al más valiente de los suyos, echaron a huir.