le dio su bendición, diciendo: ¡Oh Abram!, bendito eres del Dios excelso, que creó el cielo y la tierra:
2 Samuel 19:39 - Biblia Torres Amat 1825 Finalmente, habiendo pasado el rey el Jordán con toda la gente, besó a Berzellai, lo llenó de bendiciones; y volvió Berzellai a su casa. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y todo el pueblo pasó el Jordán; y luego que el rey hubo también pasado, el rey besó a Barzilai, y lo bendijo; y él se volvió a su casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego toda la gente cruzó el Jordán junto con el rey. Después que David lo hubo bendecido y besado, Barzilai regresó a su propia casa. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey le dijo: 'Muy bien, que Quinján se quede conmigo. Haré para él lo que tú quieras y todo lo que me pidas lo haré por ti'. La Biblia Textual 3a Edicion Y toda la gente cruzó el Jordán, y pasó también el rey. Luego el rey besó a Barzilai y lo bendijo, y él volvió a su lugar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió el rey: 'Que venga conmigo Quinhán, y yo haré en favor suyo lo que mejor te pareciere, pues te concederé todo lo que me pidas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todo el pueblo pasó el Jordán; y luego que el rey hubo también pasado, el rey besó a Barzilai, y lo bendijo; y él se volvió a su casa. |
le dio su bendición, diciendo: ¡Oh Abram!, bendito eres del Dios excelso, que creó el cielo y la tierra:
Y el Dios todopoderoso te bendiga, y te aumente y multiplique, de suerte que vengas a ser padre de numerosos pueblos.
Pero Labán levantándose antes de amanecer, besó a sus hijos y a sus hijas, y echóles la bendición, y se volvió a su país.
Besó también José a todos sus hermanos, llorando sobre cada uno de ellos; después de cuyas demostraciones cobraron aliento para conversar con él.
Con esto, después de haber deseado al rey toda suerte de felicidades, se retiró.
Después de esto, introdujo José a su padre y le presentó al rey, Jacob le saludó deseándole toda suerte de felicidades;
Respondió el rey a Absalón: No quieras pretender que vayamos todos, pues te sería muy costoso. Y como le hiciese nuevas instancias, David rehusó siempre ir, y le echó su bendición.
Entonces Joab presentándose al rey le dio cuenta de todo esto; después de lo cual fue llamado Absalón, que entró donde el rey estaba, y arrojándose a sus pies lo adoró, y el rey besó a Absalón.
Le respondió el rey: Venga, pues, conmigo Camaán; yo haré por él todo lo que quisieres; y cuanto tú me pidieres te será concedido.
Así que acabó de ofrecer los holocaustos y las víctimas pacíficas bendijo al pueblo, en el nombre del Señor Dios de los ejércitos.
David también entró en la suya para bendecirla; y Micol, hija de Saúl, saliendo a recibirle, le dijo: ¡Qué bella figura ha hecho hoy el rey de Israel, despojándose de sus insignias delante de las criadas de sus siervos, y desnudándose ni más ni menos de lo que haría si fuese un bufón!
Eliseo dejando al instante los bueyes fue corriendo en pos de Elías, a quien dijo: Permíteme que vaya a dar el ósculo de despedida a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Le respondió: Anda, y vuelve, que lo que a mí me tocaba hacer contigo yo ya lo he hecho.
Con esto se levantó Balaam , y regresó a su pueblo. Balac asimismo se volvió por el camino por donde había venido.
Simeón bendijo a ambos, y dijo a María su madre: Mira, este niño que ves está destinado para la ruina y para resurrección de muchos en Israel, y para ser el blanco de la contradicción;
Y aquí comenzaron todos a deshacerse en lágrimas; y arrojándose al cuello de Pablo no cesaban de besarle,
Os conjuro por el Señor, que se lea esta carta a todos los santos hermanos.
Entonces a voz en grito echaron de nuevo a llorar. Orfa besó a su suegra, y se volvió; mas Rut se quedó con ella.
Y se lo juró David. Con lo cual se retiró Saúl a su casa; pero David y los suyos subieron a lugares más seguros.