Por lo cual no se apartará jamás de tu casa la espada de la muerte, porque me has despreciado y has quitado la mujer a Urías, heteo, para que fuese mujer tuya.
2 Samuel 18:15 - Biblia Torres Amat 1825 acudieron corriendo diez jóvenes escuderos de Joab, y lo acabaron de matar a cuchilladas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón, y acabaron de matarle. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego diez jóvenes escuderos de Joab rodearon a Absalón y lo remataron. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces se acercaron diez jóvenes escuderos de Joab y lo remataron. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces se le pusieron en derredor los diez jóvenes escuderos de Joab, e hirieron a Absalón y lo acabaron de matar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego se acercaron a Absalón diez jóvenes escuderos de Joab, lo hirieron y lo remataron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y diez jóvenes escuderos de Joab, rodearon e hirieron a Absalón y lo remataron. |
Por lo cual no se apartará jamás de tu casa la espada de la muerte, porque me has despreciado y has quitado la mujer a Urías, heteo, para que fuese mujer tuya.
Dijo Joab: No será lo que dices; yo mismo lo he de atravesar a tu vista. Cogió, pues, tres dardos o rejones en su mano, y los clavó en el corazón de Absalón; y como todavía palpitase colgado de la encina,
Al punto Joab hizo tocar la trompeta, y contuvo al ejército para que no persiguiese a Israel que iba huyendo; queriendo perdonar a la muchedumbre.
Advertido el rey David de esta buena disposición de todo Israel a su favor, envió a decir a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: Hablad a los ancianos de Judá y decidles: ¿Cómo sois los últimos en procurar que el rey vuelva a su casa?
la gloria de los impíos dura poco, y el gozo de los hipócritas no más que un momento.
Vi yo al impío sumamente ensalzado, y empinado como los cedros del Líbano.
El malvado anda siempre armando rebeliones; pero el ángel cruel será enviado contra él para castigarlo.
Al hombre que, valiéndose de calumnias, derrama la sangre de una persona, aunque huyendo llegare hasta el borde de un abismo, nadie acudirá a detenerlo.
Quien abre un hoyo para que caiga el prójimo, en él caerá; y quien destruye o daña el vallado, mordido será de la serpiente.