¿No me dijo él mismo: Es hermana mía: y ella misma afirmó: Hermano mío es? Yo hice esto con sencillo corazón, y obrando con intención pura.
2 Samuel 15:11 - Biblia Torres Amat 1825 Fueron también con Absalón doscientos hombres de Jerusalén , que había convidado; los cuales le siguieron con sencillez de corazón, sin saber nada de sus designios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y fueron con Absalón doscientos hombres de Jerusalén convidados por él, los cuales iban en su sencillez, sin saber nada. Biblia Nueva Traducción Viviente Absalón llevó consigo a doscientos hombres de Jerusalén como invitados, pero ellos no sabían nada de sus intenciones. Biblia Católica (Latinoamericana) Doscientas personas invitadas por Absalón habían salido con él de Jerusalén, pero iban sin saber, sin conocer nada de lo que se tramaba. La Biblia Textual 3a Edicion Y con Absalón habían salido de Jerusalem doscientos hombres como invitados, que en su ingenuidad iban sin saber nada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Partieron de Jerusalén con Absalón doscientos hombres en calidad de invitados que iban de buena fe y no sabían nada de lo tramado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fueron con Absalón doscientos hombres de Jerusalén por él invitados, los cuales iban inocentemente, sin saber nada. |
¿No me dijo él mismo: Es hermana mía: y ella misma afirmó: Hermano mío es? Yo hice esto con sencillo corazón, y obrando con intención pura.
El hombre sencillo e inexperto cree cuanto le dicen; pero el hombre cauto mira donde asienta su pie. Al hijo doloso nada le saldrá bien; pero el siervo prudente será afortunado en todo, y caminará felizmente.
El varón prudente vio venir el mal, y se precavió; el simple o incauto tiró adelante, y tuvo que padecer.
Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, habéis de ser prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
A lo que respondió Aquimelec: ¿Y quién hay entre todos tus criados tan leal como David, yerno del rey, pronto a tus órdenes y respetado en toda tu casa?
Entrando en la ciudad, luego lo hallaréis, pues no habrá subido todavía al lugar excelso a comer. Porque el pueblo no comerá hasta que él llegue, por cuanto él es quien bendice el sacrificio, y después se ponen a comer los convidados. Así, pues, subid presto, que ahora lo hallaréis.