Respondió Judá: Aquel señor que manda allí, nos intimó con protesta de juramento diciendo: No veréis mi cara si no traéis con vosotros a vuestro hermano menor.
2 Samuel 14:24 - Biblia Torres Amat 1825 Pero el rey había dicho: Vuelva a su casa; mas no comparezca en mi presencia. Volvió, pues, Absalón a su casa; mas no vio la cara al rey. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas el rey dijo: Váyase a su casa, y no vea mi rostro. Y volvió Absalón a su casa, y no vio el rostro del rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el rey dio esta orden: «Absalón puede ir a su propia casa, pero jamás vendrá a mi presencia». De manera que Absalón no vio al rey. Biblia Católica (Latinoamericana) Sin embargo el rey dijo: 'Que se vaya a su casa y que no se presente ante mí'. Absalón se retiró pues a su casa y no se presentó ante el rey. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo el rey: ¡Que regrese a su propia casa, pero no verá mi rostro! Así que Absalón regresó a su propia casa, pero no vio el rostro del rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero el rey dijo: 'Que se retire a su casa y no venga a verme'. Absalón se retiró a su casa y no se presentó ante el rey. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas el rey dijo: Que se vaya a su casa, y no vea mi rostro. Y se volvió Absalón a su casa, y no vio el rostro del rey. |
Respondió Judá: Aquel señor que manda allí, nos intimó con protesta de juramento diciendo: No veréis mi cara si no traéis con vosotros a vuestro hermano menor.
Le dijo Absalón, su hermano: ¿Es acaso que tu hermano ha abusado de ti? Mas por ahora, hermana mía calla; que al fin es hermano tuyo; no te desesperes por esa desgracia. Con eso Tamar se quedó en casa de su hermano Absalón, consumiéndose de tristeza y de dolor.
Hacía dos años que estaba Absalón en Jerusalén , y no había visto la cara del rey.
Le respondió David: Bien está, yo haré contigo las amistades; pero una cosa exijo de ti, y te prevengo; y es, que no verás mi cara sin que primero me hayas traído a Micol, hija de Saúl; bajo esta condición podrás venir, y verme.
Y dijo el faraón a Moisés: Quítateme de delante, y guárdate de comparecer otra vez en mi presencia: el primer día que te me presentes, morirás.