He aquí que yo extendí mi mano sobre ti, y te quité tus cosas sagradas, y te abandoné al arbitrio de las hijas o ciudades de los filisteos que te aborrecen, y se avergüenzan de tu malvado proceder.
2 Samuel 1:20 - Biblia Torres Amat 1825 ¡Ah! No sea contada en Get esta nueva; no sea contada en las plazas de Ascalón; para que no hagan fiestas por ellas las hijas de los filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No lo anunciéis en Gat, Ni deis las nuevas en las plazas de Ascalón; Para que no se alegren las hijas de los filisteos, Para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos. Biblia Nueva Traducción Viviente No lo anuncien en Gat, ni lo proclamen en las calles de Ascalón, o las hijas de los filisteos se alegrarán y los paganos se reirán con aires de triunfo. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡No lo anuncien en Gat,
ni cuenten la noticia por las calles de Asquelón;
no den esa alegría a las mujeres filisteas,
a las hijas de los incircuncisos!' La Biblia Textual 3a Edicion No lo proclaméis en Gat, ni lo anunciéis en las plazas de Ascalón. Que no se alegren las hijas de los filisteos, Y no lo celebren las hijas de los incircuncisos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No lo anunciéis en Gat, ni lo publiquéis en las plazas de Ascalón, para que no se alegren las hijas de los filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No lo anunciéis en Gat, no deis las nuevas en las plazas de Ascalón; para que no se alegren las hijas de los filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos. |
He aquí que yo extendí mi mano sobre ti, y te quité tus cosas sagradas, y te abandoné al arbitrio de las hijas o ciudades de los filisteos que te aborrecen, y se avergüenzan de tu malvado proceder.
antes que se descubriese tu malicia, como lo está ahora, y que tú fueses el escarnio de las hijas, (o ciudades) de Siria y de todas las hijas de los filisteos que tienes alrededor, y te rodean por todos lados.
Procurad que no se sepa esto en Get. No lloréis tanto, echaos encima polvo o ceniza en la casa del polvo.
Pero al volver Jefté a su casa en Masfa, su hija única, pues no tenía otros hijos, salió a recibirle con panderos y danzas.
Se apoderó de él después el espíritu del Señor, y fuese a Astalón, donde mató treinta hombres; y quitándoles los vestidos, se los dio a los que descifraron el enigma. Y enojado sobremanera, se volvió a la casa de su padre.
Dijo, pues, Jonatás al joven escudero: Ven, y pasemos al apostadero de estos incircuncisos; quizá el Señor combatirá por nosotros, y venceremos; porque le es igualmente fácil a Dios el dar la victoria con mucha que con poca gente.
Preguntó David a los que tenía cerca de sí: ¿Qué es lo que darán al que matare a ese filisteo, y quitare el oprobio de Israel? Porque a la verdad, ¿quién es ese filisteo incircunciso para que insulte así impunemente a los escuadrones del Dios vivo?
Así es como yo, siervo tuyo, maté tanto al león como al oso; y lo propio haré con ese filisteo incircunciso. Iré, pues, contra él ahora mismo, y quitaré el oprobio de nuestro pueblo; porque, ¿quién es ese filisteo incircunciso, que ha tenido la osadía de maldecir al ejército del Dios vi-vo?
Asimismo cuando volvió David, después de haber muerto al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel a recibir al rey Saúl, cantando y danzando, y mostrando su regocijo con panderos y sonajas.
Dijo entonces Saúl a su escudero: Desenvaina tu espada, y quítame la vida; para que no lleguen estos incircuncisos y me maten, mofándose de mí. Mas su escudero no quiso hacerlo, sobrecogido de un sumo terror. Con esto Saúl desenvainó su espada, y se arrojó sobre ella.
Y éstas son las ciudades que ofrecieron las hemorroides hechas de oro, que los filisteos tributaron al Señor para expiar el pecado: Azoto, Gaza, Ascalón, Get, Accarón, una cada ciudad.