pues cuando Jezabel hacía matar a los profetas del Señor, recogió él cien profetas, y los escondió en cuevas, cincuenta en una cueva y cincuenta en otra; y los proveyó de pan y agua).
2 Reyes 2:3 - Biblia Torres Amat 1825 fueron los hijos o discípulos de los profetas que estaban allí a encontrar a Eliseo y le dijeron: ¿No sabes tú cómo hoy se llevará el Señor a tu amo? Sí que lo sé, respondió él; callad. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad. Biblia Nueva Traducción Viviente El grupo de profetas de Betel se acercó a Eliseo para preguntarle: —¿Sabías que hoy el Señor se llevará a tu amo? —Claro que lo sé —contestó Eliseo—, ¡pero no digan nada! Biblia Católica (Latinoamericana) Los hermanos profetas que vivían en Betel salieron a encontrar a Eliseo y le dijeron: '¿Sabes que hoy día Yavé te llevará a tu maestro por encima de ti?' Respondió: 'Lo sé, pero no digan nada'. La Biblia Textual 3a Edicion Y los hijos de los profetas que estaban en Bet-’El salieron a Eliseo y le preguntaron: ¿Sabes que YHVH arrebata hoy a tu señor de encima de tu cabeza?° Y él respondió: Sí, lo sé, callad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los hijos de los profetas que había en Betel salieron al encuentro de Eliseo y le dijeron: '¿No sabes tú que Yahveh quiere arrebatar hoy a tu señor por encima de tu cabeza?'. Él respondió: 'Sí, también yo lo sé. Pero callad'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Betel, le dijeron: ¿Sabes que Jehová quitará hoy a tu señor de sobre tu cabeza? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad. |
pues cuando Jezabel hacía matar a los profetas del Señor, recogió él cien profetas, y los escondió en cuevas, cincuenta en una cueva y cincuenta en otra; y los proveyó de pan y agua).
Entonces uno de los hijos o discípulos de los profetas dijo de parte del Señor a un compañero suyo: Hiéreme. Mas el otro no quiso herirle.
Así que vieron esto los hijos de los profetas, que habían venido de Jericó , y estaban en la orilla opuesta, dijeron: El espíritu de Elías ha reposado sobre Eliseo, y saliéndole al encuentro, le hicieron profunda reverencia postrados en tierra,
se acercaron a Eliseo los hijos de los profetas que moraban allí y le dijeron: ¿No sabes tú que hoy el Señor se llevará a tu amo? Sí, lo sé, respondió él; pero callad.
y los fueron siguiendo cincuenta de los hijos de los profetas, los cuales se detuvieron a lo lejos en frente de ellos, mientras que los dos se pararon en la orilla del Jordán.
Vino a clamar a Eliseo la mujer de uno de los profetas, diciendo: Mi marido, siervo tuyo, ha muerto; y bien sabes que tu siervo era temeroso de Dios. Pero ahora viene su acreedor para llevarse mis dos hijos y hacerlos esclavos suyos.
Y Eliseo se volvió a Gálgala. Había por aquel tiempo hambre en el país; y los hijos de los profetas habitaban en su compañía. Por lo que dijo a uno de los sirvientes. Pon una olla grande, y cuece un potaje para los hijos de los profetas.
Bien, contestó Giezi. Pero mi amo me envía a decirte: Acaban de llegar dos jóvenes de la montaña de Efraín, de los hijos de los profetas; dame para ellos un talento de plata y dos mudas de vestidos.
Dijeron los hijos o discípulos de los profetas a Eliseo: Bien ves que el lugar donde habitamos en tu compañía es para nosotros angosto.
Por este tiempo el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y le dijo: Recoge tus faldas y cíñete, y toma esta vasija de óleo en tu mano, y ve a Ramot de Galaad.
Que si os dijeren: Consultad a los pitones y a los adivinos, los cuales rechinan en sus encantamientos, responded: Pues, ¿no ha de acudir el pueblo a su Dios? ¿A los muertos ha de recurrir para saber de los que viven?
A esto respondió Amós a Amasías: Yo no soy profeta, ni hijo de profeta, sino que guardo unas vacas, y voy buscando sicomoros.
Dijo, pues: Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad, en la escuela de Gamaliel, e instruido por él conforme a la verdad de la ley de nuestros padres, y muy celoso de la misma ley, así como ahora lo sois todos vosotros.
El Señor amó a los pueblos: bajo su mano protectora están todos los santos, y aquellos que se sientan a sus pies, recibirán sus instrucciones y doctrinas.
Después que llegues al collado de Dios, donde está el presidio de los filisteos, y entres en la ciudad, encontrarás una compañía o coro de profetas, que bajan del lugar excelso, precedidos de salterio, tambor, y flauta, y cítara y ellos profetizando.
Envió, pues, Saúl soldados para prender a David; los cuales habiendo visto un coro de profetas que profetizaban o cantaban alabanzas a Dios, y a Samuel que presidía entre ellos, fueron también arrebatados del espíritu del Señor, y comenzaron a alabar a Dios, como los otros.