Hablaré, pues, a fin de respirar algún tanto; abriré mis labios, y responderé.
2 Corintios 6:11 - Biblia Torres Amat 1825 El amor, ¡oh corintios!, hace que mi boca se abra tan francamente, y se ensanche mi corazón. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Nuestra boca se ha abierto a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha ensanchado. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Oh, queridos amigos corintios!, les hemos hablado con toda sinceridad y nuestro corazón está abierto a ustedes. Biblia Católica (Latinoamericana) Corintios, les hablo con franqueza; les abro mi corazón. La Biblia Textual 3a Edicion Nuestra boca os está abierta, oh corintios, nuestro corazón se ha ensanchado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Os hemos hablado con toda franqueza, corintios, y se nos ha ensanchado el corazón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Nuestra boca está abierta a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha ensanchado. |
Hablaré, pues, a fin de respirar algún tanto; abriré mis labios, y responderé.
Corrí gozoso por el camino de tus mandamientos, cuando tú ensanchaste mi corazón.
Entonces te verás en la abundancia; se asombrará tu corazón, y se ensanchará cuando vengan a unirse contigo naciones de la otra parte del mar; cuando a ti acudan poderosos pueblos.
Y la virtud del Señor se había hecho sentir sobre mí la tarde antes que llegase el que había escapado; y el Señor había abierto mi boca antes que este hombre se me presentase por la mañana; y abierta que tuve mi boca no guardé ya silencio.
Mas así como el vino engaña al que lo bebe, así será del hombre soberbio, el cual quedará sin honor; del soberbio, que ensanchó su garganta como el infierno, y es insaciable como la muerte, y quisiera reunir bajo su dominio todas las naciones y amontonar junto a sí todos los pueblos.
Con todo Crispo, jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia, como también muchos ciudadanos de Corinto, oyendo a Pablo creyeron, y fueron bautizados.
Yo por mi gusto expenderé cuanto tenga, y aun me entregaré a mí mismo por la salud de vuestras almas, a pesar de parecerme que cuanto más os quiero, soy menos querido de vosotros.
Es verdad que os escribí entonces en extremo afligido y con un corazón angustiado y derramando muchas lágrimas, no para entristeceros, sino para haceros conocer el amor tan singular que os tengo.
¡Oh gálatas insensatos!, ¿quién os ha fascinado, o hechizado, para desobedecer así a la verdad?, vosotros, ante cuyos ojos ha sido ya representado Jesucristo como crucificado en vosotros mismos.
Sed como yo, ya que yo he sido como vosotros, ¡oh hermanos míos!; os lo ruego encarecidamente. A mí en nada me habéis agraviado;
y por mí también, a fin de que se me conceda saber desplegar mis labios para predicar con libertad, manifestando el misterio del Evangelio,
estando ciertos de que cada uno de todo el bien que hiciere, recibirá del Señor la paga, ya sea esclavo, ya sea libre.
Dios es mi testigo de la ternura con que os amo a todos en las entrañas de Jesucristo.
Por lo demás, bien sabéis vosotros, ¡oh filipenses!, que después de haber comenzado a predicaros el Evangelio, habiendo en seguida salido de la Macedonia, ninguna otra Iglesia, sino solamente la vuestra, me asistió con sus bienes;
Mirad que vengo luego, y traigo conmigo mi galardón, para recompensar a cada uno según sus obras.
Saltó de gozo en el Señor, mi corazón, y mi Dios me ha ensalzado; ya puedo responder a boca llena a mis enemigos, pues toda la causa de mi alegría es, ¡oh Señor!,la salud que he recibido de ti.