¿No es cierto que si obrases bien, serás recompensado; pero si mal, el castigo del pecado estará siempre presente en tu puerta o a tu vista? Mas de cualquier modo su apetito o la concupiscencia estará a tu mandar, y tú le dominarás, si quieres.
2 Corintios 5:9 - Biblia Torres Amat 1825 Por esta razón todo nuestro deseo consiste en hacernos agradables al Señor, ora habitemos en el cuerpo, ora salgamos de él, para irnos con Dios, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que, ya sea que estemos aquí en este cuerpo o ausentes de este cuerpo, nuestro objetivo es agradarlo a él. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero al final, sea que conservemos esta casa o la perdamos, lo que nos importa es agradar al Señor. La Biblia Textual 3a Edicion Por lo cual también procuramos, ya presentes, o ausentes, serle agradables, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso también nuestra ambición es serle gratos, tanto si estamos domiciliados como si estamos exiliados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto procuramos también, o presentes, o ausentes, serle agradables. |
¿No es cierto que si obrases bien, serás recompensado; pero si mal, el castigo del pecado estará siempre presente en tu puerta o a tu vista? Mas de cualquier modo su apetito o la concupiscencia estará a tu mandar, y tú le dominarás, si quieres.
yo los conduciré a mi santo monte y en mi casa de oración los llenaré de alegría; me serán agradables los holocaustos y víctimas que ofrecerán sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.
Trabajad para tener no tanto el manjar que se consume, sino el que dura hasta la vida eterna, el cual os lo dará el Hijo del hombre, pues en éste imprimió su sello o imagen el Padre, que es Dios.
sino que en cualquiera nación, el que le teme, y obra bien, merece su agrado.
Pues el que así sirve a Cristo , agrada a Dios, y tiene la aprobación de los hombres.
Que como somos de Dios, si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos para el Señor morimos. Ora, pues, vivamos, ora muramos, del Señor somos.
Por lo demás, al cumplir con mi ministerio, he tenido cuidado de no predicar la buena nueva en los lugares en que era ya conocido el nombre de Cristo , por no edificar sobre fundamento de otro, verificando de esta manera lo que dice la Escritura:
Así que, amados hermanos míos, estad firmes y constantes, trabajando siempre más y más en la obra del Señor, que sabéis que vuestro trabajo no quedará sin recompensa delante del Señor.
Por esto estamos siempre llenos de confianza, y como sabemos que, mientras habitamos en este cuerpo, estamos distantes del Señor y fuera de nuestra patria
En esta confianza que tenemos, preferimos más ser separados del cuerpo, a fin de gozar de la vista del Señor.
a fin de que se celebre la gloria de su gracia, mediante la cual nos hizo gratos a sus ojos en su querido Hijo,
a fin de que sigáis una conducta digna de Dios agradándole en todo, produciendo frutos en toda especie de obras buenas, y adelantando en la ciencia de Dios,
a cuyo fin dirijo yo todos mis esfuerzos, peleando según el impulso que ejerce en mí el Señor, con su poderosa virtud.
y que os portéis modestamente con los que están fuera de la Iglesia, y que no codiciéis cosa alguna de nadie.
Puesto que la palabra de Dios es viva, y eficaz, y más penetrante que cualquier espada de dos filos, y que entra y penetra hasta los pliegues del alma y del espíritu, hasta las junturas y tuétanos, y discierne y califica los pensamientos y las intenciones más ocultas del corazón.
y creed que es para salvación la longanimidad o larga paciencia de nuestro Señor: según también nuestro carísimo hermano Pablo os escribió conforme a la sabiduría que se le ha dado,