Entonces, aquellos cuyo espíritu vivía en el error, tendrán la ciencia de la salud y aprenderán la ley del Señor los que se burlaban de ella.
2 Corintios 5:5 - Biblia Torres Amat 1825 Y el que nos formó o creó para este estado de gloria es Dios, el cual nos ha dado su espíritu por prenda. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. Biblia Nueva Traducción Viviente Dios mismo nos ha preparado para esto, y como garantía nos ha dado su Espíritu Santo. Biblia Católica (Latinoamericana) Ha sido Dios quien nos ha puesto en esta situación al darnos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir. La Biblia Textual 3a Edicion Y el que nos destinó° a eso mismo es Dios; quien nos dio las arras del Espíritu. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y el que nos ha dispuesto para esto es Dios, que nos dio la fianza del Espíritu. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, el cual también nos ha dado las arras del Espíritu. |
Entonces, aquellos cuyo espíritu vivía en el error, tendrán la ciencia de la salud y aprenderán la ley del Señor los que se burlaban de ella.
El pueblo tuyo se compondrá de todos los justos; ellos poseerán eternamente la tierra, siendo unos retoños plantados por mí, obra de mis manos, para que yo sea glorificado.
para cuidar a los de Sión que están llorando, y para darles una corona de gloria, en lugar de la ceniza que cubre sus cabezas; el óleo propio de los días solemnes y alegres en vez de luto; un ropaje de gloria en cambio de su espíritu de aflicción; y los que habitarán en ella serán llamados los valientes en la justicia, plantío del Señor para gloria suya.
Y no solamente ellas, sino también nosotros mismos, que tenemos ya las primicias del Espíritu Santo, nosotros, con todo eso, suspiramos de lo íntimo del corazón, aguardando el efecto de la adopción de los hijos de Dios, esto es, la redención de nuestro cuerpo.
El que así mismo nos ha marcado con su sello, y que por arras de los bienes que nos ha prometido, nos da el Espíritu Santo en nuestros corazones.
Porque las aflicciones tan breves y tan ligeras de la vida presente nos producen el eterno peso de una sublime e incomparable gloria,
Por cuanto somos hechura suya en la gracia como lo fuimos en la naturaleza, creados en Jesucristo para obras buenas, preparadas por Dios desde la eternidad para que nos ejercitemos en ellas y merezcamos la gloria.
Y no queráis entristece con vuestros pecados al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Queridos míos, no queráis creer a todo espíritu, sino examinad los espíritus si son de Dios, o siguen su doctrina; porque se han presentado en el mundo muchos falsos profetas.