Y porque yo lo hice tan hermoso, y de tantas y tan frondosas ramas, tuvieron envidia de él todos los árboles deliciosos que había en el paraíso de Dios.
2 Corintios 12:4 - Biblia Torres Amat 1825 fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables, que no es lícito o posible a un hombre proferirlas o explicarlas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. Biblia Nueva Traducción Viviente que fui llevado al paraíso y oí cosas tan increíbles que no pueden expresarse con palabras, cosas que a ningún humano se le permite contar. Biblia Católica (Latinoamericana) fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras no habladas y que nadie sabría expresar. La Biblia Textual 3a Edicion que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que no es dado al hombre expresar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que a un hombre no le es lícito proferir. Biblia Reina Valera Gómez (2023) que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables, que al hombre no le es lícito expresar. |
Y porque yo lo hice tan hermoso, y de tantas y tan frondosas ramas, tuvieron envidia de él todos los árboles deliciosos que había en el paraíso de Dios.
Y vi la figura de una mano extendida que me cogió de una guedeja de mi cabeza, y me levantó en espíritu entre cielo y tierra, y me llevó a Jerusalén en una visión maravillosa de Dios, junto a la puerta de adentro del templo, que miraba al norte, en donde estaba colocado el ídolo de los celos, o celotipia, para provocar los celos del Señor.
Y Jesús le dijo: En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Así que salieron del agua el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y no le vio más el eunuco; el cual prosiguió su viaje rebosando de gozo.
Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y el lenguaje de los ángeles mismos, si no tuviere amor o caridad, vengo a ser como un metal que suena, o campana que retiñe.
Yo conozco a un hombre que cree en Cristo , que hace catorce años (si en cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, sábelo Dios) fue arrebatado hasta el tercer cielo;
Y la mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por espacio de mil doscientos sesenta días.
Escribe también al ángel de la iglesia de Esmirna: Esto dice aquel que es el primero y el último, que fue muerto, y está vivo: