No os venguéis vosotros mismos, queridos míos, sino dad lugar a que se pase la cólera; pues está escrito: A mí toca la venganza; yo haré justicia, dice el Señor.
2 Corintios 12:19 - Biblia Torres Amat 1825 ¿Pensáis que aun ahora al decir esto, sea nuestro designio justificarnos delante de vosotros? Delante de Dios hablamos y según el espíritu de Cristo ; y todo cuanto os decimos, carísimos, lo decimos para edificación vuestra. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Pensáis aún que nos disculpamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos; y todo, muy amados, para vuestra edificación. Biblia Nueva Traducción Viviente Tal vez piensen que decimos estas cosas solo para defendernos. No, les decimos esto como siervos de Cristo y con Dios como testigo. Todo lo que hacemos, queridos amigos, es para fortalecerlos. Biblia Católica (Latinoamericana) Tal vez les parecerá que de nuevo tratamos de justificarnos ante ustedes. Pero no; hablamos en Cristo y delante de Dios, y todo esto, amados, es por ustedes, para su provecho espiritual. La Biblia Textual 3a Edicion Todo este tiempo habéis estado pensando que nos defendíamos ante vosotros, pero, de hecho, es ante Dios que hemos estado hablando en el Mesías; y todo, amados, para vuestra edificación. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Estáis pensando desde hace tiempo que nos estamos defendiendo ante vosotros? ¡Es ante Dios, en Cristo, como estamos hablando! Y todo, amados míos, para edificación vuestra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Pensáis aún que nos excusamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos; mas todo lo hacemos, muy amados, para vuestra edificación. |
No os venguéis vosotros mismos, queridos míos, sino dad lugar a que se pase la cólera; pues está escrito: A mí toca la venganza; yo haré justicia, dice el Señor.
En suma, procuremos las cosas que contribuyen a la paz, y observemos las que pueden servir a nuestra mutua edificación.
Al contrario, cada uno de vosotros procure dar gusto a su prójimo en lo que es bueno y pueda edificarle.
Cristo es mi testigo de que os digo la verdad; y mi conciencia da testimonio, en presencia del Espíritu Santo, de que no miento,
al modo que yo también en todo procuro complacer a todos, no buscando mi utilidad particular, sino la de los demás, a fin de que se salven.
Pues ¿qué es lo que se ha de hacer, hermanos míos? Vedlo aquí: Si cuando os congregáis, uno de vosotros se halla inspirado de Dios para hacer un himno, otro para instruir, éste para revelar alguna cosa de Dios, aquél para hablar lenguas, otro para interpretarlas, hágase todo para edificación de los fieles.
Porque, aun cuando yo me gloriase un poco más de la potestad que el Señor nos dio para vuestra edificación, y no para vuestra ruina, no tendré de qué avergonzarme;
Os aseguro por la verdad de Cristo que está en mí, que no tendrá mengua en mí esta gloria en las regiones de Acaya.
Dios que es el Padre de nuestro Señor Jesucristo, y que es para siempre bendito, sabe que no miento ni exagero.
Yo por mi gusto expenderé cuanto tenga, y aun me entregaré a mí mismo por la salud de vuestras almas, a pesar de parecerme que cuanto más os quiero, soy menos querido de vosotros.
Por tanto, os escribo estas cosas estando ausente a fin de que presente no haya de proceder con rigor, usando de la potestad que Dios me ha dado, la cual es para la edificación y no para ruina o destrucción.
Pero ciertamente no somos nosotros como muchísimos que adulteran la palabra de Dios, sino que la predicamos con sinceridad, como de parte de Dios, en la presencia de Dios, y según el espíritu de Cristo .
¿Empezamos ya otra vez a alabarnos a nosotros mismos?, o ¿necesitamos cartas de recomendación para vosotros, o que vosotros nos las deis para otros?
Teniendo, pues, carísimos hermanos míos, tales promesas, purifiquémonos de cuanto mancha la carne y el espíritu, perfeccionando nuestra santificación con el temor de Dios.
Por tanto, hermanos míos carísimos y amabilísimos, que sois mi gozo y mi corona, perseverad así firmes en el Señor, queridos míos.
Asimismo, hermanos, os rogamos que tengáis especial consideración a los que trabajan entre vosotros, y os gobiernan en el Señor, y os instruyen,
Porque no es Dios injusto, para olvidarse de lo que habéis hecho, y de la caridad que por respeto a su Nombre habéis mostrado, en haber asistido y en asistir a los santos, o fieles necesitados.