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2 Corintios 1:21 - Biblia Torres Amat 1825

Así, Dios es el que a nosotros junto con vosotros nos confirma en la fe de Cristo , y el que nos ha ungido con su unción.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Es Dios quien nos capacita, junto con ustedes, para estar firmes por Cristo. Él nos comisionó

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y Dios es el que nos da fuerza, a nosotros y a ustedes, para Cristo; él nos ha ungido'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y el que nos confirma con vosotros en el Mesías y el que nos ungió, es Dios;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y es Dios, que nos mantiene firmes en Cristo tanto a nosotros como a vosotros, quien nos ungió,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios;

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Lòt tradiksyon



2 Corintios 1:21
28 Referans Kwoze  

Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por eso te ungió, ¡oh Dios!, el Dios tuyo con óleo de alegría, con preferencia a tus compañeros.


¿No se dirá entonces de Sión: Hombres y más hombres han nacido en ella, y el mismo Altísimo es quien la ha fundado?


Apoyaré eternamente tu descendencia, y haré estable tu trono de generación en generación.


Esto dice también el Señor: En el tiempo de mi beneplácito otorgué tu petición, y en el día de la salvación te auxilié y te conservé y te constituí reconciliador de mi pueblo, a fin de que tú restaurases la tierra, y entrases en posesión de las heredades devastadas;


Y éste es mi nuevo pacto con ellos, dice el Señor: El espíritu mío que está en ti, y las palabras mías que puse yo en tu boca, no se apartarán de tus labios, dice el Señor, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de tus nietos, desde ahora para siempre.


A este fin ha reposado sobre mí el espíritu del Señor; porque el Señor me ha ungido, y me ha enviado para hablar a los mansos y humildes, para curar a los de corazón contrito, y predicar la redención a los esclavos, y la libertad a los que están encarcelados;


y no estéis en silencio delante de él. Rogadle, hasta tanto que restablezca a Jerusalén , y la ponga por objeto de alabanza en la tierra.


Lanzó el Señor una palabra contra Jacob , y cayó sobre Israel.


Este es el derecho de la unción o Sacerdocio de Aarón y de sus hijos en las ceremonias del Señor, desde el día que los consagró Moisés para ejercer las funciones del sacerdocio;


¡Ay de aquel que edifica una ciudad a fuerza de derramar sangre, y asienta sus cimientos sobre la injusticia!


Porque éste a quien Dios ha enviado, habla las mismas palabras que Dios; pues Dios no le ha dado su Espíritu con medida.


la manera con que Dios ungió con el Espíritu Santo y su virtud a Jesús de Nazaret; el cual ha ido haciendo beneficios por todas partes por donde ha pasado, y ha curado a todos los que estaban bajo la opresión del demonio, porque Dios estaba con él.


Gloria a aquel que es poderoso para fortaleceros en mi buena nueva y en la doctrina de Jesucristo que yo predico, según la revelación del misterio de la redención; misterio que después de haber permanecido oculto en todos los siglos pasados,


Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, pues el espíritu de Dios habita en vosotros. Que si alguno no tiene el Espíritu de Cristo , éste no es de Jesucristo.


el cual os confortará todavía hasta el fin, para que seáis hallados irreprensibles en el día del advenimiento de Jesucristo Señor nuestro.


Y el que nos formó o creó para este estado de gloria es Dios, el cual nos ha dado su espíritu por prenda.


unidos a él como a vuestra raíz, y edificados sobre él como sobre vuestro fundamento, y confirmados en la fe que se os ha enseñado, creciendo más y más en ella con continuas acciones de gracias.


Por lo demás, hermanos, os rogamos y conjuramos por el Señor Jesús , que según aprendisteis de nosotros el modo como debéis portaros y agradar a Dios, así procedáis, para adelantar más y más en el camino del Señor.


Por último, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra de Dios se propague más y más, sea glorificada en todo el mundo, como lo es ya entre vosotros,


a aquel inicuo que vendrá con el poder de Satanás, con toda suerte de milagros, de señales y de prodigios falsos,


Y así confiamos en el Señor, que vosotros hacéis ya ahora lo que ordenamos en esta carta, y que lo haréis en adelante.


Tenemos un altar, o una víctima de que no pueden comer los que sirven al Tabernáculo.


A él sea dada la gloria y el poder soberano por los siglos de los siglos. Amén.


No os he escrito como a ignorantes de la verdad, sino como a los que la conocen y la saben; porque ninguna mentira procede de la verdad, que es Jesucristo.


En fin, hijitos míos, permaneced en él; para que cuando venga, estemos confiados, y que al contrario no nos hallemos confundidos por él en su venida.


Mirad cómo viene sentado sobre las nubes del cielo, y han de verle todos los ojos, y los mismos que le traspasaron o clavaron en la cruz. Y todos los pueblos de la tierra se herirán los pechos al verle. Sí, por cierto. Así será.


Yo a los que amo, los reprendo y castigo. Arde, pues, en celo de la gloria de Dios, y haz penitencia.