Salió, pues, Lot, y habló a sus yernos que habían de casarse con sus hijas, y dijo: Levantaos, y salid de este lugar: porque va el Señor a asolar esta ciudad. Mas a ellos les pareció que hablaba como chanceándose y no quisieron salir.
1 Samuel 9:26 - Biblia Torres Amat 1825 Por la mañana, levantándose al rayar el día, Samuel llamó a Saúl que estaba en el terrado, diciendo: Ven, y te despacharé. Fue Saúl, y marcharon los dos a saber, él y Samuel. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Al otro día madrugaron; y al despuntar el alba, Samuel llamó a Saúl, que estaba en el terrado, y dijo: Levántate, para que te despida. Luego se levantó Saúl, y salieron ambos, él y Samuel. Biblia Nueva Traducción Viviente Al amanecer del día siguiente, Samuel llamó a Saúl: «¡Levántate! ¡Es hora de que sigas tu viaje!». Así que Saúl se preparó y salió de la casa junto a Samuel. Biblia Católica (Latinoamericana) y se acostó allí. Al amanecer Samuel llamó a Saúl, que estaba en la terraza, y le dijo: 'Levántate porque te voy a indicar tu camino'. Saúl se levantó y ambos, él y Samuel, salieron. La Biblia Textual 3a Edicion Y madrugaron, y aconteció que al despuntar el alba, Samuel llamó a Saúl en el terrado, diciendo: ¡Levántate, y te despediré! Entonces Saúl se levantó, y salieron ambos, él y Samuel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Madrugaron y, al despuntar la aurora, Samuel llamó a Saúl, en la terraza, diciéndole: 'Levántate y te despediré'. Saúl se levantó, y los dos, él y Samuel, salieron afuera. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al siguiente día madrugaron; y sucedió que al despuntar el alba, Samuel llamó a Saúl, que estaba en el terrado; y dijo: Levántate, para que te despida. Se levantó luego Saúl, y salieron ambos, él y Samuel. |
Salió, pues, Lot, y habló a sus yernos que habían de casarse con sus hijas, y dijo: Levantaos, y salid de este lugar: porque va el Señor a asolar esta ciudad. Mas a ellos les pareció que hablaba como chanceándose y no quisieron salir.
Ya habían salido de la ciudad y caminando algún trecho, cuando José llamando al mayordomo: Marcha, le dijo, ve corriendo en seguimiento de ellos; y alcanzados que sean, diles: ¿Cómo habéis vuelto mal por bien?
Levántate, pues, santifica al pueblo, y diles: Santificaos para mañana. Porque esto dice el Señor Dios de Israel: ¡Oh, Israel!, el anatema o hurto sacrílego, está en medio de ti; no podrás contrarrestar a tus enemigos, hasta que sea exterminado de en medio de ti el que se ha contaminado con este sacrilegio.
Creyéndola él dormida, le decía: Levántate y vámonos. Mas como no respondiese, y viendo después que estaba muerta, la tomó y la puso sobre su asno, y regresó a su casa.
Y habiendo bajado del lugar excelso a la ciudad. Samuel conversó con Saúl en el terrado. Allí se echó Saúl y durmió.
Y cuando descendían a la parte más baja de la ciudad, dijo Samuel a Saúl: Di al criado que pase y vaya delante de nosotros; mas tú párate un poco que quiero comunicarte lo que ha dicho y dispuesto sobre ti el Señor.