¡Oh, quién me constituyese juez o gobernador de esta tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen negocios, y yo les hiciese justicia!
1 Samuel 8:3 - Biblia Torres Amat 1825 Mas no siguieron las pisadas de su padre Samuel, sino que se dejaron arrastrar de la avaricia, recibiendo regalos y torciendo la justicia. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero ellos no eran como su padre, porque codiciaban el dinero; aceptaban sobornos y pervertían la justicia. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero sus hijos no siguieron su ejemplo, se dejaron seducir por el dinero, y en vez de hacer justicia aceptaban cohechos. La Biblia Textual 3a Edicion Pero sus hijos no anduvieron en los caminos de él, sino que se inclinaron a la ganancia deshonesta, y recibieron soborno, y pervirtieron la justicia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero los hijos no siguieron los caminos de su padre, sino que se inclinaron a la avaricia, aceptaban regalos y torcieron la justicia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas sus hijos no anduvieron por sus caminos, antes se desviaron tras la avaricia, recibiendo cohecho y pervirtiendo el derecho. |
¡Oh, quién me constituyese juez o gobernador de esta tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen negocios, y yo les hiciese justicia!
Que no da su dinero a usura, ni se deja cohechar contra el inocente. Quien así se porta, no será conmovido por toda la eternidad.
en cuyas manos no se ve más que iniquidad, y cuya diestra está toda llena de sobornos.
Para lo demás escoge de todo el pueblo sujetos de firmeza y temerosos de Dios, amantes de la verdad y enemigos de la avaricia, y de ellos establece tribunos, centuriones, y cabos de cincuenta personas y de diez:
No recibas regalos, porque deslumbran aun a los prudentes y pervierten las sentencias de los justos.
que ignoro si será prudente o tonto, el cual poseerá el fruto de mis trabajos, que tantos sudores y cuidados me costaron. ¿Y puede haber cosa más vana que ésta?
Por esto dice el Señor Dios de los ejércitos, el Dios fuerte de Israel: ¡Ay cómo tomaré satisfacción de mis contrarios, y venganza de mis enemigos!
Este es el que tendrá su morada en las alturas; vivirá seguro como en una alta roca; tendrá pan en abundancia, y nunca le faltará el agua.
Sus príncipes o jueces se dejan cohechar en los juicios; y sus sacerdotes predican por interés, y por el dinero adivinan sus profetas; y no obstante se apoyan en el Señor, diciendo: Pues qué, ¿acaso no está el Señor en medio de nosotros? No temáis, ningún mal nos vendrá.
sin inclinarse más a una parte que a otra. No serás aceptador de personas, ni de dádivas, porque las dádivas ciegan los ojos de los sabios, y pervierten los dictámenes de los justos.
que sepa gobernar bien su casa, teniendo los hijos a raya con toda decencia.
Pero tú, ¡oh varón de Dios!, huye de estas cosas, y sigue en todo la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre.
y este rey se halla al frente de vosotros. Yo ya soy viejo y lleno de canas, y mis hijos con vosotros están. Entre vosotros he vivido desde mi juventud hasta hoy; aquí me tenéis presente.
Y yo me proveeré de un sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mi alma; y le fundaré una casa sólida y duradera, y caminará siempre delante de mí ungido.