Pórtate como hombre de valor, y peleemos por nuestro pueblo y por la ciudad de nuestro Dios; por lo demás el Señor dispondrá lo que sea de su mayor agrado.
1 Samuel 4:9 - Biblia Torres Amat 1825 Pero, ¡ánimo, filisteos!, tened valor, no seáis esclavos de los hebreos como ellos lo han sido de vosotros tantos años. Esforzaos y pelead con denuedo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres, para que no sirváis a los hebreos, como ellos os han servido a vosotros; sed hombres, y pelead. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Filisteos, peleen como nunca antes! ¡Si no lo hacen, seremos esclavos de los hebreos así como ellos han sido esclavos nuestros! ¡Peleen como hombres!». Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Animo, filisteos! Luchemos como hombres, no vayamos a someternos a esos hebreos como ellos se han sometido a nosotros hasta ahora; ¡seamos valientes y luchemos!' La Biblia Textual 3a Edicion ¡Filisteos, esforzaos y sed hombres!, para que no seáis siervos de los hebreos como ellos lo fueron de vosotros. ¡Sed hombres y combatid! Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Esforzaos y sed hombres, filisteos, no sea que tengáis que servir a los hebreos como ellos os sirvieron a vosotros! ¡Sed hombres y pelead!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres, para que no sirváis a los hebreos, como ellos os han servido a vosotros: sed hombres, y pelead. |
Pórtate como hombre de valor, y peleemos por nuestro pueblo y por la ciudad de nuestro Dios; por lo demás el Señor dispondrá lo que sea de su mayor agrado.
Y en aquel tiempo, cuando te sea dado por Dios respirar de tus trabajos, y de tu opresión, y de la dura esclavitud a que estuviste sujeto,
Apiádate, Señor, de nosotros, pues siempre hemos esperado en ti; sé nuestra fortaleza desde la mañana y la salvación nuestra en el tiempo de tribulación.
Velad entretanto, estad firmes en la fe, trabajad varonilmente, y alentaos más y más.
Airado el Señor contra ellos, los entregó en manos de los filisteos y de los hijos de Amón.
Mas los hijos de Israel cometieron nuevamente la maldad ante los ojos del Señor; el cual los entregó en manos de los filisteos por cuarenta años.
Además, los hebreos que en los días anteriores se habían pasado a los filisteos, y estaban con éstos en el campamento, se volvieron a incorporar con los israelitas que estaban con Saúl y Jonatás.
¡Ay de nosotros! No estaban, no, ayer ni antes de ayer con tanta alegría. ¡Tristes de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de ese Dios excelso? Ese es aquel Dios que castigó a Egipto con toda suerte de plagas, y que condujo a Israel por el desierto.