Si el padre de la doncella no quiere dársela, dará la cantidad de dinero correspondiente a la dote que suelen recibir las esposas.
1 Samuel 28:3 - Biblia Torres Amat 1825 Había ya muerto Samuel, y llorádole todo Israel amargamente, habiéndole sepultado en Rámata, su patria. Saúl, por consejo suyo, había limpiado el reino de magos y adivinos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos. Biblia Nueva Traducción Viviente Durante ese tiempo, Samuel había muerto y todo Israel había hecho duelo por él. Fue enterrado en Ramá, su ciudad natal. Saúl había expulsado del territorio de Israel a todos los médiums y a todos los que consultaban los espíritus de los muertos. Biblia Católica (Latinoamericana) Samuel había muerto, todo Israel lo había llorado y lo habían enterrado en su ciudad, Ramá. La Biblia Textual 3a Edicion (Samuel había muerto, y todos los de Israel habían estado en duelo por él, y lo habían sepultado en Ramá, su ciudad; y Saúl había expulsado de aquella tierra a los encantadores y adivinos.) Biblia Serafín de Ausejo 1975 Samuel había muerto, y todo Israel había hecho duelo por él. Fue sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl, por su parte, había extirpado del país a los nigromantes y adivinos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y lo habían sepultado en Ramá, en su ciudad. Y Saúl había echado de la tierra a los encantadores y adivinos. |
Si el padre de la doncella no quiere dársela, dará la cantidad de dinero correspondiente a la dote que suelen recibir las esposas.
No os desviéis de vuestro Dios en busca de magos, ni consultéis a adivinos, porque seréis por ellos corrompidos. Yo el Señor Dios vuestro.
El hombre o la mujer que tenga espíritu pitónico o de adivinación, sean castigados de muerte: los matarán a pedradas; caiga su sangre sobre ellos.
La persona que se desviare de mí para ir a consultar a los magos y adivinos, y se abandonare a ellos, yo mostraré mi saña contra ella y la exterminaré de en medio de su pueblo.
Porque el desobedecer al Señor, es como un pecado de magia, y como crimen de idolatría el no querer sujetársele. Por tanto, ya que tú has desechado la palabra del Señor, el Señor te ha desechado a ti, y no quiere ya que seas rey.
Habiendo muerto Samuel, se congregó todo Israel a celebrar con lágrimas sus exequias, y lo sepultaron en el sepulcro de su casa en Rámata. David entonces pasó al desierto de Farán.
Le respondió la mujer: Sabes bien cuanto ha hecho Saúl por extirpar de todo el país los magos y adivinos, ¿por qué, pues, vienes a armarme un lazo para hacerme perder la vida?
Volvía después a Rámata, por tener allí su casa, donde juzgaba también a Israel; y donde asimismo edificó un altar al Señor.