Vale más ser convidados a comer unas verduras en la casa del que nos ama, que a comer un ternero cebado en la del que nos odia.
1 Samuel 20:24 - Biblia Torres Amat 1825 Con esto David fue a esconderse en el campo; y llegaron las calendas, y se sentó el rey a comer. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 David, pues, se escondió en el campo, y cuando llegó la nueva luna, se sentó el rey a comer pan. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces David se escondió en el campo. Cuando comenzó el festival de luna nueva, el rey se sentó a comer Biblia Católica (Latinoamericana) David fue a esconderse en los campos. Cuando llegó la luna nueva, el rey se sentó a la mesa para la cena. La Biblia Textual 3a Edicion David pues se escondió en el campo, y llegó la luna nueva, y el rey se reclinó a comer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 David se ocultó en el campo. Llegado el novilunio, el rey se sentó a la mesa para comer. Biblia Reina Valera Gómez (2023) David, pues, se escondió en el campo, y cuando llegó la luna nueva, se sentó el rey a comer pan. |
Vale más ser convidados a comer unas verduras en la casa del que nos ama, que a comer un ternero cebado en la del que nos odia.
Más vale un bocado de pan seco, con paz y alegría, que una casa en que hay pendencias, aunque esté llena de víctimas o viandas.
Abominables son las víctimas de los impíos, pues son frutos de iniquidad.
El ejercitar la misericordia y la justicia, place más al Señor que las víctimas.
Como de pan se alimentan de la impiedad, y beben como vino la injusticia.
Y cuando comíais y bebíais, ¿acaso no lo hacíais mirando por vosotros mismos?
Llevaron después a Jesús desde casa de Caifás al pretorio. Era muy de mañana; y ellos no entraron al pretorio, por no contaminarse, a fin de poder comer de las víctimas de la Pascua .
En cuanto a lo que tú y yo hemos tratado, sea el Señor para siempre testigo entre los dos.
Y estando el rey sentado en su silla, que estaba junto a la pared, según costumbre, se levantó Jonatás, y se sentó Abned a un lado de Saúl y se echó de ver vacío el puesto de David.
Le dijo David: Mira, mañana son las calendas, en que yo, según costumbre, suelo sentarme a la mesa con el rey; ahora, pues, permíteme que vaya a esconderme en el campo hasta la tarde del día tercero.